He comentado entre lugar la relación familiar entre el imaginero ubriqueño del siglo XVIII José Fernández Guerrero y el arquitecto también ubriqueño Miguel de Olivares. Los padres de José eran Benito José Fernández y Brígida Guerrero Morales. Pues bien, he averiguado que esta señora enviudó, casó de nuevo (con José Martín Padilla, igualmente ubriqueño) y tuvo de su segundo marido otro hijo famoso: Manuel de Padilla y Guerrero, que llegó a ser vicedirector del Real Colegio de Medicina y Cirugía e impulsor de la actual Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz.
Vamos primero a situarnos en el tiempo. Brígida nació en Ubrique el 3 de octubre de 1723, cuando era el “dueño» del pueblo el VII Duque de Arcos, Joaquín Ponce de León Láncaster y Cárdenas (1664-1729) –su apellido inglés a veces es transcrito como Alencastre o Lancastre–. Era hija de Inés García de Campos y de Pedro de Morales Guerrero (o Pedro Guerrero Morales, como aparece en otras fuentes). Esta señor, que vivió 94 años (1668-1762) si mis datos son correctos, creo que era el patriarca de una familia potentadas a juzgar por los siguientes hechos:
- en la familia de este Pedro existió un ascendiente llamado Alonso Guerrero que recibió carta de ejecutoria de hidalguía el 28 de febrero de 1536;
- a dos de los hijos de Pedro (Juan y Alonso), se les concede la hidalguía en 1771;
- dos de los nietos de Pedro van a estudiar a Madrid, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (José para escultor y Miguel para arquitecto);
- otro nieto (Manuel, el protagonista de esta historia) se hace célebre médico en Cádiz;
- el corregidor de Arcos durante el ducado de Joaquín Ponce de León Láncaster (es decir, entre 1721 y 1729) se sabe que era de Ubrique y que se llamaba Pedro Villagrán Guerrero (tenía una larga trayectoria pública en Alhama, Ugíjar y Loja);
- los alcaldes ordinarios de Ubrique en 1729 tenían el apellido Morales: Bartolomé Morales Fajardo y Silvestre Morales de la Calle. (El corregidor era Nicolás Páez Chacón, que debió de sustituir a Fernando Márquez Mancheño, quien lo era en 1727 según la inscripción de la fuente de la plaza del Ayuntamiento de Ubrique);
- según el Catastro de Ensenada, en 1752 Miguel de Morales Chamorro era uno de los dos alcaldes de Ubrique, y en 1753 Juan de Morales Fajardo era maestro de primeras letras.
Brígida, una de las hijas de este personaje ubriqueño, se había casado con Benito José Fernández el 28 de octubre de 1742. Seis años más tarde nacía el hijo de ambos José Fernández Guerrero (el mismo año que venía al mundo el primo de este, Miguel de Olivares). Pues bien, Benito José murió pronto, de modo que el 11 de noviembre de 1754 vemos a Brígida contrayendo segundas nupcias con José Martín Padilla, ubriqueño por los cuatro costados como ella, descendiente de un Lorenzo de Padilla con ejecutoria de hidalguía que databa de 1603. (Este José Martín, a la muerte de Brígida, casó con Juliana Izquierdo).

Fruto de la unión de Brígida Guerrero Morales y José Martín Padilla fueron Juana María, Josefa, Fray Cristóbal y Manuel José Martín Padilla y Guerrero, nacido este último en Jimena el 3 de noviembre de 1761.
Manuel José llegó a ser Vicedirector de Real Colegio de Medicina y Cirugía de Cádiz (germen de la actual Facultad de Medicina). Allí compartió docencia con el director de la entidad, Carlos Francisco de Ameller, y con Juan Manuel de Aréjula, uno de los pioneros de la Química española. Uno de los principales trabajos científicos de Padilla fue el estudio del origen del escorbuto en los navegantes.

Los tres mencionados también fueron los fundadores de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Cádiz, entidad que en la actualidad es la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz (esta institución tiene sus raíces en 1785.)

Manuel José Martín Padilla fue nombrado en 1831 Caballero de Carlos III. Es precisamente del expediente que aportó para demostrar su limpieza de sangre de donde me han llegado interesantes noticias genealógicas sobre su madre y su padre. Antes de darlas comentaré un detalle curioso: el secretario del Ayuntamiento de Jimena certifica que los datos sobre la hidalguía de los ascendientes del candidato no se pueden demostrar documentalmente “por haberse destruido los archivos en la Guerra de la Independencia” y “por ser naturales de Ubrique, un pueblo de behetría”, lo cual equivale a decir que en esa época (1831) sus vecinos ya no estaban sometidos a la autoridad de ningún señor (¡de algo bueno tenía que servir la Guerra de la Independencia!)

Genealogía de Manuel de Padilla y Guerrero
Presento a continuación un árbol genealógico de Manuel de Padilla y Guerrero que he compuesto. La relación con los árboles de su hermanastro, José Fernández Guerrero, y del primo hermano de este, Miguel de Olivares, se puede comprobar en el árbol genealógico de estos dos).

El árbol confirma algo que ya sabíamos: que Brígida Guerrero era hija de Pedro Guerrero Morales y de Inés García Campos. Ahora bien, el documento nos aporta datos nuevos, como la fecha de la boda de estos (6 de marzo de 1705) y las fechas de nacimiento y defunción de los mismos (Pedro: 1668-1762; Inés: 1677-1754). También leemos que dos hijos varones de este enlace, Juan y Alonso, recibieron el título de hidalgos en Jerez en 1771. Y que un ascendiente de la familia recibió la carta de ejecutoria de hidalguía el 28 de febrero de 1536 (estamos hablando de 50 años después del nacimiento del Ubrique moderno; recordemos que la Villa fue otorgada por los Reyes Católicos al Duque de Arcos en 1485).
Pedro Guerrero Morales era hijo de los ubriqueños Miguel Mora y Guerrero García (1635-1718, hijo a su vez de Miguel Mateos e Inés García; suponemos que su apellido era Morales, no Mora) y de María Carrasco Montes de Oca (1639-1718, hija de Esteban Pérez Beltrán y de Antonia García Carrasco).
Y su mujer, Inés García Campos, fue hija de un alcalde ordinario de Ubrique: Francisco Hernández Gil (1645-1704, cuyo padre se llamaba como él y su madre Inés García) y de María Ana Lobato González y Jiménez (1652-1731, hija de Andrés González Moreno y de Catalina Jiménez).
Así que hemos sido capaces de llegar hasta los tatarabuelos del escultor José Fernández Guerrero y del arquitecto Miguel de Olivares, que se remontan a principios del siglo XVII. Todos ubriqueños.
Pero también tenemos la rama del árbol correspondiente al segundo marido de Brígida, José Martín Padilla, el padre de Manuel de Padilla, árbol igualmente formado por ascendientes hidalgos de Ubrique.
Fueron los padres de José Martín Padilla Cristóbal Martín Padilla (1684-1743) y María de Salas Clavijo (1685-1745), que se unieron en matrimonio en Ubrique el 9 de junio de 1710.
Los padres del mencionado Cristóbal fueron Cristóbal Martín Padilla y López (1655-1694, hijo de Pedro Martin de Padilla y de María López y bisnieto de Lorenzo Padilla, hidalgo que obtuvo cartas de ejecutoria en Jerez en 1603 y en Madrid en 1609) y María Solano Márquez (1651?-1731?, hija de Martín López Laborde y Juana García).
En cuanto a María de Salas, sus padres eran Bartolomé Jiménez Clavijo y Salas (1640-1737, hijo de Bartolomé Jiménez y María de Salas) y Andrea de Soto Fernández Campos y Alfaro (1664-1704, hija de Pedro Fernández Campos y Catalina de Alfaro). (Estos Salas debieron de ser antepasados de Juan de Salas, diputado ubriqueño en las Cortes de Cádiz que presentó en 1813 un conjunto de reivindicaciones para la Serranía de Ronda por los méritos contraídos por sus pueblos durante la Guerra de la Independencia).


