En 2023, el investigador Omri Bronstein comenzó a rastrear las causas de una mortalidad masiva de erizos de mar en el norte del Golfo de Aqaba, cerca de la ciudad del mismo nombre, en Jordania. Aunque inicialmente no encontró signos de la plaga en la península del Sinaí, Egipto, en abril, la plaga los alcanzó rápidamente, matando a todos los erizos en pocos días. Este fenómeno, descrito como surrealista y horrífico por Bronstein, amenaza con extenderse globalmente.
La plaga, que podría tener efectos devastadores para los ecosistemas marinos, comenzó en el Caribe en 2022, afectando a la especie Diadema antillarum. Los investigadores identificaron un patógeno unicelular como responsable, un organismo de la familia de los ciliados que nunca antes se había asociado con enfermedades de erizos. Este patógeno, identificado en el Golfo de Aqaba, está causando la muerte de otras especies de erizos, indicando una propagación rápida a nivel mundial.
Los erizos de mar son fundamentales en los ecosistemas marinos porque controlan el crecimiento de algas que pueden sofocar a los corales. Sin los erizos, los corales podrían verse superados por las algas, afectando la salud de los arrecifes. En el Caribe se observó que los erizos afectados por la plaga se volvían inmóviles y vulnerables a depredadores, con sus tejidos desintegrándose y dejando solo su esqueleto, que rápidamente se desmoronaba. En el Mar Rojo, el equipo de Bronstein identificó el mismo ciliado y documentó la muerte masiva no solo de erizos Diadema, sino también del género Echinothrix, lo que sugiere que el patógeno es generalista y, por lo tanto, más peligroso.
La plaga amenaza la Gran Barrera de Coral
El rápido avance del patógeno hacia el Océano Índico occidental ha generado temores de que pueda llegar a Australia y la Gran Barrera de Coral. Una situación similar en el Caribe, donde una enfermedad desconocida acabó con los erizos hace 40 años, resultó en un sobrecrecimiento de algas que dañó los arrecifes, los cuales nunca se recuperaron completamente. La reciente mortalidad de erizos en el Caribe ha causado nuevamente un incremento de algas, según informes anecdóticos.
Si este cambio ecológico ocurriera globalmente, las consecuencias para los arrecifes y las comunidades costeras que dependen de ellos serían significativas, especialmente dado el estrés adicional que enfrentan estos ecosistemas debido a la sobrepesca y el blanqueamiento de corales por el aumento de las temperaturas. Los erizos son componentes críticos de los ecosistemas bentónicos y su equilibrio es delicado: demasiados o muy pocos pueden ser desastrosos.
Cómo se propaga el patógeno
Para frenar la propagación del patógeno, es esencial entender cómo se desplaza. Una teoría sugiere que viaja en el tráfico marítimo, lo que explicaría su salto desde el Caribe al Mar Rojo. La contaminación del agua de lastre de los barcos podría ser un factor, y examinar esta agua podría ser una estrategia de contención.
Bronstein sugiere mantener erizos en cautiverio, en cuarentena, sin agua de mar directa, para reintroducirlos a sus hábitats una vez que la enfermedad haya pasado. Este paso es urgente, ya que la ventana de oportunidad para hacerlo se está cerrando rápidamente.
Referencia
DOI: 10.1126/science.zzgdua2
