
Conozco el nombre de Juan de Mata Carriazo desde adolescente, cuando descubrí en una biblioteca su fascinante libro Tartesos y El Carambolo. Lo hojeaba una y otra vez, deteniéndome especialmente en las espectaculares imágenes del aquel conjunto de piezas de oro que, según algunos especialistas, corresponderían al ajuar completo de un sacerdote, aunque otros tienen distintas teorías. La fotografía del supuesto ajuar era enorme y el oro brillaba. Me impresionaba el relato del descubrimiento de aquel tesoro… Y me disgustaba leer que una herramienta agrícola había dañado una de las mejores piezas…

Juan de Mata Carriazo fue el primer arqueólogo del que tuve conocimiento y, aunque yo soy oficialmente lego en asuntos de historiografía y arqueología, su figura me sigue pareciendo enorme.
En 2011 sus herederos donaron a la Universidad de Sevilla muchos documentos de sus archivos. Entre ellos hay fotografías, y de estas hay 21 que llevan la etiqueta «Ubrique. Salto de la Mora«. Esperanza Cabello ha contado en su blog la visita que hizo Juan de Mata Carriazo a las ruinas romanas del Salto de la Mora junto al padre de ella, Manuel Cabello Janeiro, que sin duda era el ubriqueño que más sabía de esta joya de nuestro patrimonio. Precisamente Cabello aparece en una de las fotos, si no me equivoco al identificarlo:

Probablemente fue en aquella visita cuando el profesor Carriazo hizo las fotos o las recibió de alguien que las tomó. Las hay en color y en blanco y negro. No sé si todas son realmente del Salto de la Mora porque no sé identificar algunos motivos que aparecen (agradecería que si alguien los reconoce me informe mediante un comentario o haciendo uso del formulario de contacto de esta página). De hecho, una de las fotos es del catillo de Aznalmara; pudo ser tomada en el viaje a Ubrique o a la vuelta.
La imagen que me llama más la atención es la que reproduzco a continuación. Parece un fragmento de una inscripción lapidaria en la que se identifica la letra Q y las siglas «P · M ·» (hay una tercera letra que no se ve bien). Nunca había visto esta pieza que entiendo que pertenece realmente al yacimiento del Salto de la Mora. En el archivo se describe como «resto arqueológico» de este lugar y no sé en qué museo estará.

Según me ha explicado José Antonio Correa Rodríguez, catedrático jubilado de la Universidad de Sevilla y especialista en inscripciones latinas antiguas, la letra Q es abreviatura usual de quaestor y de Quirina (tribu), y P M suele serlo de patronus municipii, pero en este caso no se puede afirmar nada porque estas abreviaturas tienen sentido cuando van en el contexto adecuado. Aquí no está claro que a M le siga otra letra y además la Q está (o parece estar) aislada, lo que complica la interpretación.
Tampoco sé identificar este resto que parece situado en alguna casa de campo, a juzgar por el perro y las gallinas:

Ni este:

Varias fotos captan el elemento arquitectónico que actualmente se conoce como columbario, aunque la descripción de dos de ellas (las dos primeras que figuran a continuación) contienen una palabra muy interesante que probablemente a Carriazo le pareció más adecuada: «edícula». Según la Wikipedia, aedicŭla era «un edificio pequeño, en particular un templete, que puede servir como tabernáculo o relicario, entre otras finalidades. Es un diminutivo de aedis o aedes, que significa templo». En cualquier caso, las imágenes son sumamente interesantes porque revelan el estado del elemento antes de su reconstrucción.




Esta creo que también es del columbario, visto desde fuera:

Y esta sería la cubierta:

Una de las fotos está etiquetada como «aljibe»:

Hay imágenes muy bellas, como la que encabeza este artículo, que muestra una visión de la zona del foro y el paisaje montañoso al fondo. Se advierten las siluetas de algunos de los visitantes. También es eminentemente paisajística esta otra

Hay tomas más generales:


Y otras de elementos específicos como este que llamaron la atención de los visitantes:

Quizá este sea el mismo:

Esto me parece que es el interior de la casa que allí existe, probablemente del siglo XIX o algo anterior:

Van a continuación las demás imágenes:


Quizá a la vuelta del viaje se tomó esta preciosa fotografía del castillo de Aznalmara que parece un grabado antiguo:


