Julio Moisés Fernández de Villasante fue un pintor de talento de la primera mitad del siglo XX. Su obra mereció diversos reconocimientos, como una primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1920, una segunda en el mismo certamen en 1915 y una tercera en 1912. Nacido en Tortosa en 1888, pasó parte de su infancia y adolescencia en Cádiz, en cuya Escuela de Bellas Artes inició sus estudios de pintura y obtuvo varios premios. Allí decoró junto a Felipe Abarzuza el Gran Teatro Falla. También fue premiado en las exposiciones internacionales de San Francisco (1915) y Panamá (1916). En los años 30 expuso en Brasil, Uruguay y Argentina. Se instaló en Madrid en 1920, donde enseñó desde 1923 en su propia Academia Libre de Arte, por donde pasaron alumnos como Salvador Dalí. En 1946 fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes y en 1947 adquirió la condición de académico de la de San Fernando de Madrid. Su gran especialidad fue el retrato. Muchas personalidades de la época posaron para él.
Pues bien, durante su estancia en tierras gaditanas Julio Moisés (que así se le conocía) pintó al menos cinco cuadros de temática ubriqueña. No se menciona esta circunstancia en los títulos de los tres que he encontrado, pero es evidente que están hechos en Ubrique. (Otra de sus obras se titula precisamente Ubrique; fue subastada recientemente, pero no he podido verla). Los muestro en blanco y negro porque están tomados de una revista de 1912, habiendo sido tratadas ligeramente esos originales por el fotógrafo artístico Ángel Pablo para mejorar su calidad.
“Camino de la ermita”o “Vía Crucis”
Por ambos nombres se conoció en la época este lienzo de Julio Moisés que documenta la subida al Calvario de Ubrique de los participantes en uno de los típicos viacrucis de entonces (imagen de cabecera). Si cabe duda de que el edificio que se observa es realmente el Calvario, compárese con esta antigua imagen del mismo que me ha facilitado Esperanza Cabello, editora del Blog de Ocurris (el Calvario se ve arriba, en la Sierra):

Conociendo las excelentes dotes de retratista de Julio Moisés y sabiendo, además, que gustaba reflejar de forma muy realista los motivos, lo más interesante de este cuadro es que nos permite contemplar a auténticos tipos ubriqueños de la época y nos proporciona la mejor imagen del Calvario tal como era a principios del siglo XX que existe (o al menos, la mejor que conozco). Fue por esta obra por la que el pintor tortosino recibió la tercera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1912.
“El santero”
Indudablemente, la imagen sobre estas líneas corresponde a la entrada al convento de capuchinos de Ubrique. Y probablemente el personaje que aparece retrata auténticamente al sacristán de aquellos tiempos. La niña, con su muñeca de trapo, posiblemente era familiar del santero. Para comparar, aquí debajo va una fotografía de dicho edificio publicada por Enrique Romero de Torres en 1934 (en el Catálogo Monumental de España – Cádiz):

El testero pintado de blanco que hace de puerta, con un campanario encima, se puede ver con detalle en el cuadro de Julio Moisés, e incluso se ve en la fotografía el poste blanco sobre el que está la cruz. Esos mismos elementos arquitectónicos pueden distinguirse en esta fotografía del convento publicada en la Historia de Ubrique de Fray Sebastián. Detrás se observa la fachada principal del convento rematada con un frontón.

“El pastor”
La tercera obra inequívocamente ubriqueña de Julio Moisés que he encontrado es la reproducida sobre estas líneas. El caserío, con el telón de fondo de la Sierra, corresponde claramente a Ubrique. Entre el cayado y la chaqueta del personaje incluso se adivina la silueta del San Antonio y la masa vegetal que tiene a su izquierda.
Estas tres obras aparecieron en la página 239 del volumen II, número 6 (1912) de Museum: revista mensual de arte español antiguo y moderno y de la vida artística contemporánea. Allí se decía de la obra de este pintor: “Se particularizan esos cuadros por el carácter físico y moral de los tipos evocados con firmeza”.
“Ubrique”
Como dije más arriba, existe al menos un cuarto cuadro de Julio Moisés con temática ubriqueña. De hecho, se llama Ubrique y lo pintó en 1910. Fue subastado hace algunos años, pero la casa de subastas no publicó la imagen, y mucho menos (como es habitual) la identidad del rematante.
En la Historia de la Villa de Ubrique
Fray Sebastián, en su Historia de la Villa de Ubrique (1945), se refiere así al artista:

He buscado ese “retrato de una joven ubriqueña” al que se refiere el fraile ubriqueño pero no he sabido dar con él. Hay que tener en cuenta que este pintor tiene muchos cuadros de mujeres.
En La Esfera

Julio Moisés llegó a ser muy conocido. La revista La Esfera le dedicó un amplio reportaje en su número del 9 de octubre de 1915, publicando ocho cuadros en blanco y negro y dos en color a toda página, uno de ellos en portada (estos dos figuran al final de este escrito). En el texto se leían cosas como:
Niño aún, se trasladó a Cádiz. Ahondando un poco en el arte de Julio Moisés, tan severo y sensual a un tiempo, veremos cómo Andalucía influyó sobre el tortosino, nieto de romanos.
(…) hizo sus primeros estudios en la Escuela de Bellas Artes, donde obtuvo diversos premios y logró distinguirse de entre sus compañeros. En
plena adolescencia dejó la escuela y se dedico a trabajar por su cuenta y riesgo, prescindiendo de otras enseñanzas que las que no fueran el natural y la cultura de museos. (…)En Cádiz realizó Julio Moisés varias obras de
arte decorativo en unión del pintor Abarzuza.
tales como el techo, sala, foyer y vestíbulo del
Gran Teatro y restauración y pinturas murales
de la iglesia del Hospital de Mujeres.(…) Su nombre era conocido por los profesionales; se asomaba tímidamente a los catálogos de exposiciones catalanes y todavía los encargos de retratos bien retribuidos estaban un poco lejos. Fue después de la tercera medalla obtenida en la Exposición Nacional de 1912 cuando Julio Moisés logró destacarse. En aquella Exposición presentó tres cuadros: Vía Crucis, El santero y un retrato de señora.
¿El retrato de señora será el de la ubriqueña al que alude Fray Sebastián?

No fue Julio Moisés Fernández de Villasante el único pintor notable que se ha inspirado en Ubrique. Hay que destacar en este sentido también las figuras de Francisco Prieto y de Pedro de Matheu.



