Estamos en 1890, en plena época en la que en España gobiernan dos partidos “por turnos” pactados o tácitos: el partido liberal de Sagasta y el conservador de Cánovas. Hay caciquismo y fraude electoral continuado. En estos momentos el turno es de lo conservadores. El ministro de la Gobernación es Francisco Silvela y de Le Vielleuze, lugarteniente de Cánovas (al que sucedió cuando fue asesinado en 1897). El alcalde de Ubrique es Cristóbal Nieto, liberal. Es alcalde al menos desde 1888, pues como tal figura en una Gaceta de Madrid de ese año (más abajo reproduzco el fragmento que lo demuestra).
Pues bien, el 24 de septiembre de 1890 Nieto escribió una carta al ministro Silvela para quejarse por lo que consideraba un atropello. Según afirmaba, inopinadamente se había presentado en el Ayuntamiento el funcionario del Ministerio de la Gobernación con destino en el Gobierno Civil de Cádiz Eduardo Chazarri y Arteaga acompañado de la Guardia Civil y de un notario y había ordenado que nadie saliera del edificio y que le fueran entregados los libros de contabilidad. Se da la circunstancia de que Eduardo Chazarri había sido secretario del Ayuntamiento de Ubrique entre 1875 y 1881 (la segunda fecha la deduzco por los datos que enseguida aportaré).
Lo curioso del caso es que cuando Chazarri se presentó de este modo en Ubrique llevaba menos de dos meses en su cargo del Gobierno Civil, en el que además tenía una categoría bastante baja (oficial cuarto).
La carta de queja del alcalde de Ubrique al ministro aparece en el periódico liberal La Iberia, pero no la mandó el mismo, sino el corresponsal en Cádiz y militante liberal Domingo Sánchez del Arco. Este fue un famoso gaditano periodista, director y fundador de diarios (participó en El Constitucional, La Libertad, Las Libertades, Desahogo de la Libertad, Diario La Legalidad, El Gaditano y Diario de Cádiz). También destacó como investigador de la historia de varios pueblos de la provincia y trabajó en asuntos relacionados con monumentos, artes y museos. Desde 1884 se dedicó a la actividad administrativa, primero en el Ayuntamiento (llegó a ser concejal) y, desde 1885 hasta su muerte (1900), en la Diputación como jefe de sección de Liquidaciones y Presupuestos.
Indaguemos
Vamos a considerar este episodio con un poco más de detalle. La carta del alcalde de Ubrique al ministro está incluida en un artículo que envió Sánchez del Arco a La Iberia el 29 de septiembre como corresponsal que era de este periódico, y salió publicada el 2 de octubre. Decía así:
Excelentísimo señor ministro de la Gobernación:
A pesar de toda cuanto expuse a V. E. en mi comunicación de 12 del actual; a pesar del apoyo que le pedía en nombre de la justicia y de la moral y de la buena administración, para no ser juguete de los apasionamientos y combinaciones políticas de este cacique provincial; y a pesar, por último, del respeto que V. E. ha sabido con su conducta inspirar a los representantes del Gobierno en las provincias, la amenaza que se nos hacía hase convertido en realidad tristísima.
Ha venido un delegado del gobierno de provincia, y con escándalo de estos pacíficos moradores, ha dispuesto de toda la fuerza libre de la Guardia civil de este puesto, que la ha presentado armada como si fueran a entrar en campaña, y presentándose con el notario y aparato de testigos.
Estaba el que dice cobrando la contribución territorial e industrial de este trimestre, y delante de todos, y con formas durísimas que constarán en el acta, me requirió a que exhibiera libros, y a la Guardia civil dio órdenes do no dejar salir a nadie del local, y dando, por supuesto, el resultado que debía esperarse, el alejamiento de los contribuyentes.
El delegado sigue inspeccionando los libros, y la Guardia civil en la puerta de entrada del local y todos los empleados detenidos. Me abstengo de hacer comentarios por respeto a la autoridad que ejerce el delegado, D. Eduardo Chazarri, secretario que ha sido en este Ayuntamiento por espacio de seis años, y que por este solo hecho, y de haber salido desconceptuado ante la opinión, comprenderá V. E. la imparcialidad con que ha de desempeñar su cometido. El mismo señor aparece ser el que, como modesto empleado del ministerio de su cargo en tiempo del señor Albareda, dio que hablar a la prensa de la corte con motivo de cédala o pasaporte equivocado en que intervino la justicia, poniendo a aquel a buen recaudo.
Dios guarde a V. E. muchos años.—Ubrique, 24 de septiembre de 1890.—Cristóbal Nieto.
Como se ve, el alcalde acusaba a Chazarri de supuestas irregularidades en un asunto de “cédula o pasaporte equivocado” y parece inferirse que la justicia intervino. Dice el alcalde que esto ocurrió en tiempos en que era ministro de la Gobernación el liberal José Luis Albareda y Sezde (lo fue entre noviembre de 1887 y junio de 1888).
Por otro lado, Sánchez del Arco, a renglón seguido de la carta de Cristóbal Nieto dice lo siguiente:
Este Ayuntamiento es el que, cual dije en otra carta, pidió una visita verdad [sic], así como el delegado es aquel que fue a Bornos, y que ya conocen los lectores. Buena persona, como dicen los filipinos, y el gran elector, a lo que parece, en esta provincia.
Saldrá de todo este fregado, lo que no puede menos, y se apoderarán los conservadores de la Junta del censo y Corporación municipal, y luego vendrán las honras a pedazos.
Debo advertir a usted que aquel Ayuntamiento es modelo de buena administración y le persiguen quienes andan de lavado de ropas por unas láminas, cuyos intereses se cobraron dando mucho que decir.
La ironía sobre la “buena persona, como dicen los filipinos” no la entiendo. En cuanto a “el gran elector”, ese era un apodo que se le daba a Francisco Romero Robledo, conservador, ministro de Gobernación en tres ocasiones hasta 1885, y, por lo que se dice, experto muñidor de elecciones. Respecto a las “láminas”, ¿se referiría a billetes de banco?
Eduardo Chazarri y Cristóbal Nieto
¿Tuvieron alguna relación previa Cristóbal Nieto y Eduardo Chazarri? Es probable que sí. Chazarri empezó a trabajar en el Ayuntamiento de Ubrique como secretario el 9 de abril de 1875, como se ve al final de este recorte de una Memoria estadística de los trabajos ejecutados en la Secretaría del Gobierno Civil de Cádiz del 1 de enero a 30 de junio de 1877:
Si, como aseguraba el alcalde Nieto en su carta a La Iberia, Chazarri había sido secretario durante seis años en el Ayuntamiento de Ubrique, estuvo en el cargo entre 1875 y 1881. Pero en ese año de 1881 Cristóbal Nieto Román era regidor del Ayuntamiento de Ubrique (Fernando Sígler: Fuegos artificiales, banda de música y bailes de feria en el último cuarto del siglo XIX y proyecciones de cine a comienzos del XX). Por lo tanto, muy probablemente Cristóbal Nieto y Eduardo Chazarri coincidieron en la Casa Consistorial.
Por decir algo más de Cristóbal Nieto, era alcalde al menos desde 1868, ya que en la Gaceta de Madrid (que era el “BOE” de entonces) del 16 de junio de 1888 aparece este anuncio que casualmente está relacionado con la contratación de un secretario:
Había en Ubrique en 1902 un Cristóbal Nieto se dedicaba a fabricar tapones de corcho.
¿Y qué hizo Eduardo Chazarri cuando se fue de Ubrique supuestamente en 1881? Puede que su siguiente destino fuese Conil, ya que según el Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración de 1883, en ese año era secretario del Ayuntamiento de dicha villa.
A su puesto de oficial de cuarta clase de Administración civil del Ministerio de la Gobernación se incorporaría a primeros de agosto de 1890, como se deduce que una información que figura en la Gaceta de Madrid del 1 de diciembre 1892, en un cuadro titulado Escalafón general de los empleados de Administración civil activos y cesantes dependientes de este departamento en 31 de octubre último…, según la cual Eduardo Chazarri y Arteaga llevaba ese día dos años, dos meses y 29 días en ese empleo y en la administración del estado en general.
Es decir, cuando se presentó con la Guardia Civil y un notario en el Ayuntamiento de Ubrique a requisar los libros contables llevaba menos de dos meses en su cargo de oficial de cuarta clase del Gobierno Civil… ¿No es para sospechar que podía existir por medio alguna motivación personal?
En fin, personalmente soy muy cauto a la hora de dar crédito a un parte en detrimento de la otra cuando se trata de trifulcas políticas, y más si solo conozco la versión de una de ellas. Pero he querido exponer lo que he averiguado de este asunto por si algún/a joven historiador/a de Ubrique se anima y quiere investigar más. En el Archivo Histórico de Ubrique seguro que encontrará más pistas.
Eduardo Chazarri y Arteaga
Consultando varias de páginas de genealogía de Internet (de esas que solo te dan algunos datos y tienes que pagar para que te desvelen el resto) he encontrado la siguiente información biográfica sobre Eduardo Chazarri Arteaga, aunque habría que considerarla con prudencia.
Al parecer, nació en 1845 en La Habana (Cuba), siendo sus padres Jose María Chazarri García (San Fernando, 1796) y Maria del Sacramento Arteaga (La Habana). Parece que tuvo 7 hermanos, llamándose tres de ellos Juan, María Josefa y José María (creo que también hubo un Enrique).
Eduardo Chazarri se casó con Pastora Junco Lopez, que habría nacido el 9 de febrero de 1844 en Cádiz de Juan José Junco Fernández (Cádiz, 1819) y Ana López Alba (Cádiz, 1816).
Pastora y Eduardo tuvieron 5 hijos, de los cuales tres se llamaban Sacramento Isabel, Juan y Eduardo (n. 1874). Nuestro personaje murió en 1906, con 61 años.
Fue militar. En la Gaceta de Madrid de 26 de septiembre de 1857 se lee que se le concede una plaza supernumeraria en el Colegio de Infantería como cadete aspirante, y también a su hermano Juan.
Fue promovido de cadete a subteniente el 27 de marzo de 1860, según El Clamor Público del 5 de abril de ese año:
Hay que tener en cuenta que, si realmente nació en 1845, fue subteniente con solo 15 años. Quizá la fecha de nacimiento sea errónea, pero en aquella época creo que estas cosas eran posibles (¿no nacían algunos siendo reyes?).
La Gaceta del 11 de agosto de 1862 informaba que se variaba su destino. En un escalafón de oficiales de Infantería y Caballería que se hallaban agregados al Cuerpo de Artillería de 1 de enero de 1863 aparece Eduardo Chazarri y Arteaga como subteniente. ¿Dónde estaba destinado en ese momento? No lo he podido saber, pero una noticia aparecida en el periódico La Esperanza del 7 de marzo de 1864 dice que “el vapor correo Infanta Isabel ha conducido a la península desde la Habana a los siguientes pasajeros (…) Eduardo Chazarri (…)”.
En el periódico La Discusión del 4 de diciembre de 1868 aparece su nombre como uno de los primeros firmantes de un manifiesto a favor de la República. Se trataba de un documento que circuló en Cádiz desde el 30 de noviembre. La Discusión calificaba a los firmantes de “progresistas muy estimables por su consecuencia, por sus virtudes cívicas y por sus servicios prestados a la causa de la libertad”. Decía que entre ellos estaban los dos comandantes, los capitanes, oficiales y varios individuos del segundo batallón de Voluntarios por la Libertad. Había otro firmante apellidado Chazarri (Enrique) y dos apellidados Junco que podrían estar relacionados Pastora Junco López, la esposa de Eduardo.
En 1897 Eduardo Chazarri seguía metido en política, a juzgar por un artículo que escribió en El Comercio el 14 de julio (no lo he encontrado) en el que defendía la convergencia de unionistas y moderados en un partido conservador.
El algunas publicaciones taurinas de primeros del siglo XX aparece un “Eduardo Chazarri”. Por ejemplo, en una de 1904 se lee: “El valiente matador de toros Antonio Moreno (Lagartillo), ha conferido poderes para que le represente ante las empresas que deseen contratarle al conocido aficionado sevillano Eduardo Chazarri”. ¿Sería hijo suyo?
