En las profundidades del océano, donde el silencio domina y la luz apenas penetra, las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) llevan a cabo un espectáculo fascinante: la creación de anillos de burbujas perfectamente circulares. Más allá de su belleza hipnótica, un nuevo estudio sugiere que estas estructuras podrían tener un propósito más profundo: la comunicación con los humanos.
Según un artículo publicado en Marine Mammal Science por, un grupo internacional de biólogos y fotógrafos marinos analizó doce episodios distintos en los que once ballenas diferentes generaron un total de 39 anillos de burbujas. Las observaciones se realizaron desde múltiples perspectivas: bajo el agua, desde embarcaciones, drones e incluso aviones. Este enfoque multidimensional permitió a los científicos captar no solo la forma y tamaño de los anillos, sino también el contexto social y ambiental en que eran creados.

Burbujas con intención
A diferencia de las conocidas redes de burbujas en espiral utilizadas por las ballenas para cazar peces, estos anillos se asemejan a rosquillas de humo acuáticas, perfectamente circulares, que ascienden suavemente hacia la superficie. La comparación, originalmente descrita por el biólogo Roger Payne, resalta su extraña perfección y misterio.
Lo más llamativo del estudio es que en 10 de los 12 episodios documentados, las burbujas se generaron en presencia cercana de humanos: ya sea nadadores, barcos o embarcaciones turísticas. En lugar de evitar a los humanos, como podría esperarse de un animal silvestre, 8 de las 9 ballenas que soplaron anillos se acercaron voluntariamente a las personas. Solo evitaron hacerlo en momentos de alimentación.

¿Juego, curiosidad o lenguaje?
Los investigadores no observaron ninguna señal de agresión entre ballenas ni hacia los humanos en estas interacciones. Este dato es clave, ya que sugiere que los anillos podrían tener un significado distinto al territorial o defensivo. Algunas hipótesis apuntan a que estas burbujas son un comportamiento lúdico o de cortejo, mientras que otras sugieren un posible componente comunicativo inter-especie.
Esto encajaría con observaciones previas de cetáceos que se acercan a embarcaciones para interactuar de forma curiosa y juguetona. Al igual que un perro que mueve la cola o un delfín que salta frente a una embarcación, las ballenas podrían estar usando estos anillos para interactuar con nosotros de forma voluntaria, quizás incluso buscando una reacción.
Aún es pronto para entender su significado
Aunque la idea de que las ballenas se comunican con nosotros mediante burbujas puede sonar a ciencia ficción, la ciencia avanza precisamente explorando lo improbable. Los autores del estudio insisten en que se necesita más evidencia sistemática para determinar si estas estructuras son realmente mensajes dirigidos a los humanos o simples manifestaciones de comportamiento social entre ballenas.
Lo que sí está claro es que estos anillos no son aleatorios. La forma, el contexto y la recurrencia de su aparición sugieren que tienen un propósito. Como escriben los investigadores:
“Tanto las manifestaciones lúdicas como las comunicativas de los anillos de burbujas podrían tener un significado más profundo para las ballenas jorobadas y su potencial para la comunicación interespecie.”
Un nuevo lenguaje por descubrir
En un mundo donde cada vez comprendemos mejor los vínculos emocionales y sociales de los animales, estas observaciones nos invitan a repensar nuestra relación con las criaturas marinas. ¿Y si las ballenas están intentando decirnos algo? ¿Y si, con la tecnología adecuada y una dosis de humildad, algún día logramos responderles?
Por ahora, nos queda seguir observando, grabando y analizando. Porque quizá, en una de esas burbujas ascendiendo hacia la luz, esté flotando una forma de entendimiento aún por descubrir.

