domingo, 19 mayo 2024

Volvió del asteroide Bennu la cápsula de la OSIRIS con material que podría ser en parte orgánico

Este cuerpo tiene tan poca gravedad y rota tan rápido que una piedra que ruede por una ladera puede ponerse en órbita

Al azar

La imagen sobre estas líneas corresponde a la cápsula de retorno de la sonda espacial OSIRIS-REx, que cayó suavemente en paracaídas en el desierto de Utah (EE. UU.) después de un viaje de siete años por el espacio. La cápsula trae una colección de rocas y polvo del asteroide Bennu que van a ser analizados química y mineralógicamente.

NASA

La sonda fue lanzada en septiembre de 2016 por un cohete Atlas V 411 desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, y llegó a Bennu en diciembre de 2018. 

Si algo se mueve tiende a ponerse en órbita

Durante dos años la OSIRIS estudió este asteroide de color oscuro y con forma de diamante de solo 500 m de diámetro.

Hizo algunos descubrimientos interesantes. Uno de ellos, que causó sorpresa entre los científicos, es que periódicamente son lanzados hacia arriba y especialmente dese el ecuador guijarros que en algunos casos vuelven a caer y en otros se ponen en órbita. La causa de este fenómeno radica en la baja gravedad sumada a la rápida rotación. Basta que una piedra ruede por una ladera para que, aunque la velocidad de su movimiento no sea muy alta, se ponga en órbita. La atracción gravitatoria en la superficie del asteroide es de solo 8 millonésimas de g en los polos y 3 millonésimas de g en el ecuador.

Wikipedia

Desde el punto de vita geoquímico un descubrimiento notorio fue la presencia de agua en arcillas en forma de grupos hidroxilo. Este asteroide, por su pequeño tamaño, no debería haber tenido nunca agua líquida en su superficie, por lo que se deduce que pudo haberse desgajado de un asteroide mayor.

Recogida de muestras

Tras ese periodo dos años vino el momento de extender el brazo robótico, lanzar una bocanada de nitrógeno sobre la superficie y recoger unos 250 gramos del polvo y las pequeñas piedras levantados. Todo en segundos. Se aspiró tanto material que algunos pedazos se atascaron en el mecanismo de recolección. Es, con diferencia, la mayor cantidad de material jamás conseguida de un asteroide. Una misión japonesa había recolectado anteriormente menos de un miligramo del asteroide Itokawa en 2005 y 5,4 gramos del asteroide Ryugu en 2019.

El procedimiento de extracción de la muestra fue muy peculiar. La sonda se acercó a la superficie del asteroide hasta tocarlo. La inercia del golpe la amortiguó un resorte en el brazo. Al mismo tiempo se accionó el chorro de nitrógeno que arrastró material del asteroide hasta los filtros. Inmediatamente después la sonda se alejó a unos 0,7 m/seg. Se había previsto que si se obtenía muy pequeña cantidad se podía repetir el intento una segunda y hasta una tercera vez. El siguiente vídeo muestra el proceso:

Posibles restos orgánicos

Una vez abierta la cápsula en atmósfera de nitrógeno las muestras se han conservado en un recipiente que no contiene aire, sino nitrógeno puro, para evitar la oxidación. De este modo, los científicos podrán estudiar la geología y la química del asteroide sin que el material se altere como le sucede a los meteoritos cuando atraviesan la atmósfera terrestre.

Bennu es un asteroide rico en carbono, por lo que los fragmentos recolectados por OSIRIS-REx probablemente contengan compuestos orgánicos, es decir, moléculas basadas en carbono como las nucleobases, los componentes del código genético que forman la vida a partir del ADN y el ARN y que se han encontrado en meteoritos antes. Ahora se espera hallar más cantidades porque el material no está alterado químicamente.

Al menos el 70% del material de Bennu se guardará para que pueda ser estudiado por generaciones futuras. El 4% irá a la Agencia Espacial Canadiense, que ayudó a construir un instrumento láser a bordo de OSIRIS-REx, y el 0,5% irá a la JAXA japonesa a cambio de muestras de Ryugu, para poder comparar los dos asteroides.

Este aspecto ofrecía la cápsula cuando ha sido abierta por primera vez:

NASA

La OSIRIS continúa su misión

Mientras tanto, el resto de la nave espacial OSIRIS continúa volando por el espacio después de soltar la cápsula de retorno de muestras que ha llegado a la Tierra. Su objetivo es estudiar Apofis, un asteroide con una composición química diferente, «pedregosa», que pasará cerca de nuestro planeta en 2029. De este asteroide no tomará muestras.

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