Durante todo el siglo XX una de las metas del hombre fue el espacio. Para ello desarrollamos distintos cohetes con distintos combustibles. Al principio,...
Óscar Martínez Arias >> El amoniaco debe su nombre a los romanos, que lo encontraron cerca del templo de Amón, en la actual población de Luxor, Egipto. Aquel cristal blanco-grisáceo que los romanos llamaron “sal de Amón” era lo que hoy conocemos como cloruro amónico.