Hasta ahora siempre se ha creído que los ojos están protegidos por una capa de tejido que las bacterias no pueden atravesar. Sin embargo, algunos trabajos recientes habían demostrado que las bacterias no son tan raras en los ojos como se pensaba. Finalmente una reciente investigación ha llegado a la conclusión de que algunas enfermedades oculares que se consideraban puramente genéticas, como la retinosis pigmentaria, podrían ser causadas en parte por bacterias que escapan del intestino y viajan a la retina.
Las mutaciones en el gen CRB1 son una de las principales causas de algunas afecciones oculares que pueden causan ceguera. Estas mutaciones, además de debilitar la barrera protectora alrededor del ojo, reducen los vínculos entre las células que recubren el colon.
Se produjeron ratones con mutación CRB1 y fueron tratados con antibióticos, lo que redujo el daño a sus ojos. Esto sugiere que las personas con mutaciones CRB1 podrían beneficiarse también de los antibióticos o de los medicamentos antiinflamatorios que reducen los efectos de las bacterias. No obstante, algunos especialistas son escépticos.
Más información en DOI 10.1038/d41586-024-00562-2

