viernes, 19 diciembre 2025

El enfriamiento pasivo podría reducir el uso de refrigeración en un 80 %

Al azar

Un estudio ha analizado cómo las estrategias de enfriamiento pasivo pueden reducir hasta en un 80 % la dependencia del aire refrigerado doméstico durante olas de calor extremas, utilizando simulaciones basadas en datos climáticos de una ola de calor severa en 2021 en el noroeste de Estados Unidos. Los investigadores, de la Universidad de Oregón, descubrieron que una combinación de sombreado y ventilación natural mantenía las temperaturas de los apartamentos en niveles seguros durante olas de calor de tres días, incluso sin aire refrigerado.

Aprovechar las noches frescas

Los hallazgos recomiendan que las normativas de construcción se adapten para exigir que los apartamentos cuenten con ventanas operables que puedan permanecer abiertas de forma segura durante la noche, así como con persianas funcionales, protegiendo así a los inquilinos de los efectos del calor extremo. Este enfoque es particularmente viable en regiones donde las noches son frescas, lo que favorece el enfriamiento pasivo manteniendo abiertas las ventanas durante la noche.

El estudio se centró en una ola de calor ocurrida en junio de 2021 en Estados Unidos, siendo la situación especialmente grave para quienes vivían en apartamentos en áreas urbanas densas, subrayando la urgencia de encontrar soluciones habitacionales frente a la creciente amenaza del cambio climático.

Las viviendas en el noroeste del Pacífico suelen estar diseñadas para retener el calor debido a los veranos generalmente suaves, y muchas no cuentan con aire refrigerado. Aunque estrategias como bajar las persianas y abrir las ventanas son métodos tradicionales para enfriar los hogares, había poca evidencia de su efectividad ante temperaturas extremas.

Simulación

Utilizando datos climáticos de ciudades como Eugene, Portland y Seattle, los investigadores simularon condiciones en un apartamento hipotético de dos dormitorios orientado al oeste, aplicando distintas estrategias de enfriamiento. Descubrieron que incluso abrir ligeramente las ventanas disminuía el tiempo en que el apartamento alcanzaba temperaturas peligrosas. Además, la combinación estratégica de técnicas pasivas podía hacer que el apartamento fuera sorprendentemente habitable, incluso con temperaturas exteriores muy altas.

Ventanas y cortinas

Las ventanas abiertas mostraron su mayor eficacia durante la noche y al amanecer, cuando el aire exterior es más fresco. Por otro lado, el uso de persianas o cortinas fue más efectivo en las tardes, cuando el sol golpea directamente las ventanas. Aunque las persianas gruesas exteriores fueron las más efectivas, las cortinas interiores estándar también mostraron ser útiles, especialmente si se sellaban con guías laterales. Además, el uso de un ventilador en la ventana mejoró significativamente la circulación del aire.

Estos métodos no solo son decisivos para quienes no tienen aire refrigerado, sino que también pueden reducir el consumo energético de aquellos que sí lo tienen, ayudando a aliviar la carga sobre la red eléctrica y a reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables durante las olas de calor.


Fuente: Futurity / Universidad de Oregon

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