Esta imagen del satélite Centinela-2 (programa Copércico, UE), adquirida el 1 de febrero de 2025, muestra una floración de algas en el embalse de Salto Grande, en la frontera entre Argentina y Uruguay.
El lago de Salto Grande, ubicado en la frontera entre Argentina y Uruguay, ha experimentado últimamente una notable proliferación de cianobacterias, comúnmente conocidas como «verdín». Este fenómeno ha teñido las aguas del lago de un intenso color verde, afectando tanto al ecosistema local como a las actividades recreativas en la zona. Los bañistas se ven impedidos de disfrutar del lago debido a la alta concentración de estas algas, y se observan imágenes impactantes de carpinchos (capibaras) con su pelaje cubierto por una capa verde de cianobacterias.

Las cianobacterias son microorganismos fotosintéticos que proliferan rápidamente bajo condiciones ambientales específicas: altas temperaturas, estancamiento del agua y exceso de nutrientes como nitrógeno y fósforo. Estos nutrientes pueden provenir de actividades humanas, como el uso intensivo de fertilizantes en la agricultura y el vertido de desechos industriales y cloacales. La combinación de estos factores crea un ambiente propicio para la reproducción masiva de estos organismos, afectando la calidad del agua y representando riesgos para la salud humana y animal.
La presencia de cianobacterias en el agua puede causar diversas afecciones en humanos, incluyendo reacciones alérgicas, problemas gastrointestinales e irritaciones en la piel y los ojos. En el caso de los animales, como los carpinchos, la exposición prolongada a estas algas puede tener efectos adversos en su salud. Además, la acumulación de cianobacterias en la superficie del agua forma una capa densa que bloquea la entrada de luz solar, disminuyendo el oxígeno disuelto y provocando la mortandad de peces y otros organismos acuáticos, lo que altera el equilibrio ecológico del ecosistema.
Para abordar este problema, se han implementado diversas medidas. Por ejemplo, en 2016 se llevó a cabo un proyecto piloto en el Puerto de Federación que involucró la instalación de una boya equipada con tecnología de ultrasonido para monitorear y controlar la proliferación de cianobacterias en el Lago Salto Grande. Esta tecnología busca interferir con la flotabilidad de las algas, impidiéndoles acceder a la luz solar necesaria para la fotosíntesis y, por ende, reduciendo su proliferación. Sin embargo, hasta la fecha, no se han publicado informes detallados que evalúen la eficacia de esta tecnología en el contexto específico del Lago Salto Grande.
Implementar controles más estrictos sobre los efluentes que llegan a los cuerpos de agua, promover prácticas agrícolas sostenibles y realizar monitoreos continuos son acciones clave para prevenir futuros episodios de floraciones algales y proteger tanto la salud pública como el medio ambiente.

