viernes, 19 diciembre 2025

336. Cómo hacer que el agua parezca vino

Del libro "125 experimentos de Química Insólita"

Al azar

Denís Paredes Roibás / José M.ª Gavira Vallejo



Se puede hacer que lo que aparentemente es solo agua (lógicamente, transparente) se convierta en un líquido de color rojo parecido al vino o a la sangre. Basta hacer uso de un ácido o una base y del indicador adecuado. El experimento se puede plantear como un truco de magia.

El experimento

Se trata de usar dos vasos en los que de alguna forma se habrán colocado previamente dos sustancias de modo que no se aprecien. En el primer vaso la sustancia será de bicarbonato de sodio (hidrogenocarbonato de sodio) en estado sólido o bien unas gotas de disolución concentrada; en el segundo, fenolftaleína (unas gotas de disolución alcohólica de este indicador ácido-base).

Se abre una botella de agua comercial y se bebe un poco de ella para demostrar que efectivamente lo es. Después se vierte esta agua en el vaso que contiene fenolftaleína. Finalmente, el líquido de este último vaso se echa sobre el que contenía bicarbonato. El líquido resultante se volverá rosado. Si en vez de bicarbonato se usa NaOH el color será más oscuro.

Si se sospecha que el público va a ser capaz de distinguir los reactivos en los vasos, se pueden probar alternativas. Por ejemplo, se podrían usar palitos de helado como los que se ven en la imagen. Uno de ellos se habría introducido previamente en una disolución de bicarbonato de sodio concentrado (o bien de hidróxido de sodio) y se habría dejado secar. De este modo quedarían pegadas a él minúsculas partículas de reactivo sólido alcalino. Este palito se podría emplear para remover agua que ya contuviera gotas de fenolftaleína. De este modo, el bicarbonato (o el hidróxido de sodio) pegado o impregnando en el palito se disolverá. También se podría pensar en algún modo de usar dos palitos, uno con bicarbonato (o NaOH) y otro con fenolftaleína.

El experimento se puede rematar haciendo que el “vino” vuelva a ser agua. Para ello se puede soplar en su interior con una pajita o bien añadir subrepticiamente gotas de un ácido (si es un ácido fuerte se necesitará muy poco). También se puede recurrir a un palito que haya sido previamente impregnado en ácido. Podría probarse con vinagre; si no funcionara, el clorhídrico no debería fallar.

Explicación

El bicarbonato, como es sabido, da reacción ligeramente alcalina al disolverlo en agua, por hidrólisis:

HCO3  +  H2O  ⇌  H2CO3  +  OH

En realidad, este modo de escribir la reacción es de conveniencia, ya que la especie H2CO3 como tal no es estable en agua. Lo que se forma es H2O y CO2, gas que queda disuelto. Pero a efectos didácticos es mejor escribir la reacción como se ha hecho para seguir el modelo habitual de las hidrólisis. En cualquier caso, se producen iones OH que vuelven alcalina al agua. Por eso se tornará rosada o magenta cuando se le añada fenolftaleína.

Se puede conseguir quitarle ese color acidificándola de nuevo. Para ello se pueden añadir de alguna manera gotas de ácido o bien soplar con una pajita dentro del “vino” para introducir en él CO2. El CO2 reaccionará con el H2O generando protones:

CO2   +  2 H2O   ⇌   HCO3  +   H3O+

Precauciones

Es un experimento que apenas entraña riesgo, pero se ha de tener cuidado si se emplea un ácido y una base fuertes (HCl y NaOH, por ejemplo) para evitar que alguna persona ingenua pruebe el “vino” obtenido. En cualquier caso, este “vino” no debe ser ingerido porque la fenolftaleína es tóxica.


Este experimento pertenece al libro:

Denís Paredes Roibás, José M.ª Gavira Vallejo: 125 experimentos de química insólita para la Enseñanza de Física y Química. Triplenlace.com, 2025. https://triplenlace.com/aula-libros/125eqi/ .

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