miércoles, 27 septiembre 2023

Ève Curie: la única de su familia que no recibió un premio Nobel… pero casi

Al azar

Maria Salomea Skłodowska-Curie, más conocida como Madame Curie, tuvo dos hijas con su marido, Pierre Curie: Irène (nacida en 1897) y Ève (n. 1904). Irène se casó con Jean Frédéric Joliot; Ève lo hizo con Henry Richardson Labouisse. Todos los mencionados, excepto Ève, recibieron premios Nobel (Madame Curie, dos). Pero eso no supone que Ève fuese el personaje menos interesante de la familia. No fue científica, sino que se dedicó más bien a las artes, cultivando la literatura y el piano, además de trabajar como periodista y en labores humanitarias junto a su marido, al cual se le entregó el premio Nobel de la Paz como representante de UNICEF. La vida de Madame Curie la conocemos bien gracias a que su hija Ève la escribió. Esta murió en 2007, con 102 años de edad y durmiendo.

Ève tenía un carácter muy alegre, por lo que la prensa la llamó “la chica de los ojos radiantes” cuando de joven hizo un viaje a Estados Unidos acompañando a su madre. Su personalidad era diferente a las de su madre y hermana, prefiriendo las humanidades a la ciencia y la vida elegante frente a la austera de Madame Curie.

Terminó sus estudios en 1925, año en que dio su primer concierto de piano en París. En 1932 viajó a España con su madre. Esta murió en 1934, casi sin duda por su exposición a la radiactividad, y Ève empezó enseguida a escribir la vida de su progenitora indagando en Francia y en Polonia.

Tuvo una participación bastante activa en la Segunda Guerra Mundial, trabajando con el comisario general de Información, el novelista y dramaturgo Jean Giraudoux. Cuando Alemania ocupó Francia, Ève huyó a Gran Bretaña. Allí se unió a las Fuerzas Francesas Libres del general Charles de Gaulle y comenzó su lucha activa contra el nazismo, lo que le costó que el gobierno colaboracionista de Vichy la privara de la nacionalidad francesa en 1941. En su refugio inglés dio conferencias y escribió artículos para periódicos estadounidenses. De noviembre de 1941 a abril de 1942, Ève viajó como corresponsal de guerra a África, la Unión Soviética y Asia. Sus vivencias se publicaron en el libro Journey Among Warriors, que fue finalista del Premio Pulitzer.

Regresó a Europa y trabajó como voluntaria en el cuerpo médico femenino de los franceses libres durante la campaña italiana, siendo ascendida a teniente de la primera división blindada francesa. En agosto de 1944 participó en el desembarco de Provenza, en el sur de Francia. Fue condecorada con la Cruz de Guerra por sus servicios.

Tras la liberación siguió trabajando como periodista en Francia y participó activamente en la esfera política, siendo responsable de los asuntos de la mujer en el gobierno de De Gaulle. En los años 1952-1954 fue asesora especial del primer secretario general de la OTAN.

En 1954 se casó con el político y diplomático estadounidense Henry Richardson Labouisse, que fue embajador de Estados Unidos en Grecia de 1962 a 1965, año en que pasó a ocupar el cargo de director ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, en el que estuvo hasta 1979. Ève también trabajó para la organización (la llamaban la “primera dama de UNICEF”) y junto a su marido visitó más de 100 países, principalmente del Tercer Mundo. En 1965, Labouisse, acompañado Ève, aceptó el Premio Nobel de la Paz otorgado a UNICEF. (Dos años antes de su muerte, Ève recibió la condecoración de oficial de la Legión de Honor de la República de Francia por sus labores humanitarias). Por lo tanto, después de todo, quizá Ève Curie no fue la única de su familia que no recibió un premio Nobel.

Eve Curie, photograph, undated (New York Times)

Fuente: Wikipedia. Imagen de cabecera: Enclopedia Británica.

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