El apio tiene muchos tubos de xilema en el tallo, lo que permite una rápida absorción de agua y la consiguiente manifestación de la acción capilar, como se puede demostrar en un experimento «de cocina». Se comprobará que cuando un tallo de apio con sus hojas se introduce en la disolución acuosa de un colorante alimentario, las hojas, que son de color verde pálido, adquieren en poco tiempo un color diferente porque el agua coloreada sube por el tallo a través de los tubos del xilema hacia las hojas. El agua se evapora en estas y queda el colorante.
El tejido del xilema está formado por millones de pequeños tubos de celulosa. Debido a que a las moléculas de agua se adhieren a las paredes de los tubos, suben por ellos desde las raíces hasta las hojas. Luego, el agua se evapora de las hojas, lo que ayuda a extraer más agua de las raíces. Este proceso se denomina acción capilar.
Procedimiento
Se necesita:
- Un tallo de apio con hojas
- 2 vasos o frascos altos de paredes rectas
- Colorantes alimentarios azul y rojo (si son líquidos, mejor) y agua
- Cuchillo
Se corta de un tajo la parte inferior del tallo con un cuchillo afilado (se trata de que no se aplasten los tubos del xilema, ya que se cerrarían). Despues se hace un corte longitudinal en el tallo de varios centímetros de largo desde la parte inferior.

Se llenan dos vasos hasta la mitad con agua fría. Se añaden los colorantes azul y rojo en cada vaso, de manera que el agua se coloree bien. Los dos vasos se ponen uno junto al otro de modo que se pueda introducir la mitad del tallo en un vaso y la otra mitad en el otro.
Se podrá observar cómo se colorea el tallo con el paso del tiempo. El proceso puede durar horas. Una vez terminado se puede cortar el tallo de apio transversalmente para ver el xilema teñido con el colorante alimentario.
Variante
Es interesante probar con un clavel para ver qué pétalos de flores se alimentan de cada parte del tallo.

