Cada día se producen nuevos avances en la sustitución del cuero por materiales análogos producidos por bacterias ecológicas de rápido crecimiento. Pero aún no se ha solucionado cómo evitar trabajar con tintes dañinos para el medio ambiente. Ahora, un trabajo de investigación ha modificado genéticamente bacterias para producir pigmento de melanina para que el material pueda teñirse solo.
El sustituto del cuero producido está basado en celulosa bacteriana, material que en los últimos años está sustituyendo al cuero y a la piel sintética, y de hecho ya hay resultados en en el mercado. Este tejido duradero tiene muchas propiedades a las del cuero tradicional. Pero aunque los textiles de celulosa bacteriana tienen menos impacto ambiental que el cuero o el plástico, son siempre de color castaño claro. Eso significa que posteriormente el tejido hay que colorearlo mediante procesos de teñido que pueden utilizar grandes cantidades de agua y liberar productos químicos dañinos para el medio ambiente.
Ahora se ha diseñado genéticamente una bacteria productora de celulosa, la Komagataeibacter rhaeticus, a la que le han añadido un gen de otra bacteria que produce melanina, un pigmento negro. La melanina es lo que da color a los tejidos en todo el mundo natural, incluida la piel, los ojos y el cabello humanos.
Los primeros experimentos no fueron prometedores. El material de celulosa parecía pálido y descolorido, en lugar de negro oscuro como esperaban los investigadores. Luego descubrieron que el medio utilizado para cultivar K. rhaeticus en contenedores en el laboratorio se estaba volviendo más ácido a medida que las bacterias crecían, obstaculizando la producción de melanina.
Para resolver este problema, los investigadores desarrollaron un proceso de dos pasos: después de ser producir la celulosa, sumergieron el material en un baño con el mismo pH que el agua y rápidamente se desarrolló un neto rico color negro. Una vez que obtuvieron el color que querían, los científicos cultivaron láminas de celulosa bacteriana hasta obtener los tamaños y formas correctos necesarios para hacer una billetera y la parte superior de un zapato. Después, los científicos utilizan una prensa térmica para eliminar las bacterias restantes.
Los investigadores también crearon diseños en los textiles mediante ingeniería genética de la bacteria kombucha para producir pigmento de melanina solo cuando se exponen a la luz azul, que se proyecta en patrones sobre la lámina de celulosa.
Fuente
DOI: 10.1126/science.zo97f91

