La investigación en la síntesis de comida mediante métodos puramente químicos, sin recurrir a procesos biológicos tradicionales, ha avanzado en los últimos años. Estos esfuerzos se centran en crear alimentos a partir de elementos y compuestos básicos utilizando reacciones químicas controladas. Aunque la mayoría de los esfuerzos actuales todavía se basan en una combinación de métodos biológicos y químicos, la investigación en este campo sigue creciendo y podría tener un impacto significativo en el futuro de la producción alimentaria.
Una de las áreas más desarrolladas es la síntesis de proteínas a partir de aminoácidos. La producción de proteínas recombinantes en laboratorios, aunque a menudo implica procesos biotecnológicos, también puede realizarse mediante ensamblaje químico de péptidos y aminoácidos. Estos métodos permiten crear proteínas específicas que pueden ser usadas como suplementos alimenticios.
Algunos investigadores han explorado la posibilidad de sintetizar componentes básicos de los alimentos como carbohidratos y lípidos a partir de compuestos químicos simples. Aunque la producción a gran escala aún no es viable, estos métodos muestran potencial para crear nutrientes esenciales.
La síntesis química de vitaminas, minerales y otros nutrientes ha sido una práctica establecida desde hace décadas. Estos compuestos se crean en laboratorios y se añaden a los alimentos para mejorar su valor nutricional. Por ejemplo, la vitamina C (ácido ascórbico) se produce industrialmente a través de procesos químicos sin intervención biológica.
Si bien muchos sustitutos de la carne en el mercado se basan en procesos biotecnológicos y cultivos celulares, también hay esfuerzos en la síntesis de carne a través de procesos puramente químicos. Aunque estos productos aún no están comercialmente disponibles, la investigación está en curso.
La impresión 3D de alimentos es un área en desarrollo que a veces utiliza ingredientes químicos en lugar de biológicos. Aunque a menudo combina componentes biológicos, la tecnología podría evolucionar hacia el uso de materias primas químicas puras.
Actualmente existen alimentos no sintetizados químicamente desde moléculas sencillas pero sí alterados químicamente a partir de otros alimentos. Un ejemplo es la margarina. La margarina y algunos aceites vegetales se producen mediante procesos químicos como la hidrogenación, que cambia la estructura molecular de los aceites para hacerlos más sólidos a temperatura ambiente.
También se sintetizan sustancias que no son alimentos básicos pero í parte de los alimentos que consumimos. por ejemplo, los edulcorantes como el aspartamo, la sacarina y el sucralosa son compuestos químicos sintéticos que se utilizan ampliamente en la industria alimentaria como sustitutos del azúcar. Muchos aditivos y conservantes utilizados en alimentos son productos de síntesis química. Por ejemplo, el benzoato de sodio y el sorbato de potasio son conservantes químicos comunes. Los colorantes alimentarios como el rojo 40, el amarillo 5 y el azul 1 son sintetizados químicamente y se utilizan para dar color a una variedad de productos alimenticios. Y muchos saborizantes artificiales son compuestos químicos diseñados para imitar los sabores naturales. Por ejemplo, el éster etílico del ácido butírico se utiliza para dar sabor a piña en productos alimenticios.
Desafíos y futuro
La creación de alimentos mediante métodos puramente químicos se enfrenta a muchos desafíos. Uno es la complejidad molecular. Los alimentos están compuestos por una gran variedad de moléculas complejas, lo que hace difícil replicar sus estructuras y propiedades de manera exacta mediante síntesis química.
Otros son los costes y la seguridas. La producción química de alimentos a gran escala aún es costosa comparada con los métodos biológicos tradicionales. La seguridad y la regulación de los alimentos sintetizados químicamente son áreas que necesitan ser cuidadosamente desarrolladas para asegurar que estos productos sean seguros para el consumo humano.

