viernes, 19 diciembre 2025

Se quiere que en Fórmula 1 se utilice combustible 100 % sostenible

Al azar

La Fórmula 1 (F1), tradicionalmente conocida por su alto consumo de combustible y potentes motores, está en una encrucijada debido a las crecientes demandas por sostenibilidad ambiental. A medida que el mundo prioriza la conciencia ecológica, este deporte se enfrenta a un gran desafío: mantener su esencia de velocidad, tecnología y espectáculo mientras se ajusta a sus metas de neutralidad de carbono para 2030. El cambio más significativo vendrá en 2026, cuando la F1 implementará nuevas normativas que buscan reducir drásticamente su huella de carbono, sobre todo en el ámbito del combustible y la electrificación.

Las nuevas reglas de 2026: hacia la electrificación

Uno de los cambios más destacados es que los vehículos deberán generar el 50 % de su energía a partir de fuentes eléctricas, frente al 20 % que aportan actualmente los componentes híbridos. Esta electrificación incluirá el uso de la frenada regenerativa, que permite a los bólidos recuperar energía cinética durante la desaceleración, aunque esto no es suficiente para que la F1 migre completamente hacia vehículos eléctricos.

La exclusividad de la Fórmula E como serie de coches eléctricos limita las opciones de la F1 para avanzar en este sentido. De igual manera, otras alternativas verdes como el hidrógeno aún no están listas para su implementación a gran escala. Como resultado, la F1 continuará con motores híbridos, pero con mayor dependencia de la electrificación y combustibles sostenibles.

La eficiencia y los combustibles sostenibles

A pesar de que los autos de la F1 ya cuentan con los motores de combustión interna más eficientes del mundo, con una eficiencia térmica superior al 50 %, la cantidad de combustible necesaria para una carrera ha disminuido de 160 kg hace una década a 70 kg en la actualidad. Sin embargo, esto no es suficiente para alcanzar los objetivos de sostenibilidad del deporte. Por eso, las nuevas reglas para 2026 se enfocarán en el combustible que usan los autos.

En la actualidad, los vehículos de F1 funcionan con combustible E10, que contiene un 10 % de etanol producido a partir de cultivos como el maíz. Sin embargo, a partir de 2026, todos los combustibles utilizados deberán provenir de fuentes completamente sostenibles. La FIA exige que estos combustibles sean de «tecnología de integración», lo que significa que puedan ser utilizados en cualquier motor de gasolina del mundo, no solo en coches de carrera.

Este desarrollo ha sido impulsado por innovaciones dentro y fuera del deporte. Empresas como Zero y Aramco están desarrollando combustibles sintéticos sintetizados a partir de agua y dióxido de carbono, mediante procesos como la electrólisis y el proceso Fischer-Tropsch, una técnica de producción de hidrocarburos que data de 1925. Aunque esta tecnología es prometedora, presenta retos como el alto consumo energético y las dudas sobre su escalabilidad.

¿Es suficiente para la neutralidad de carbono?

Un informe de la F1 en 2022 reveló que solo el 0,7 % de las emisiones de carbono del deporte provienen de los automóviles en sí. La mayor parte de las emisiones (45 %) proviene de la logística, como el transporte de los equipos y los coches de carrera a las diferentes sedes, y otro 27,7 % de la movilización del personal. Esto plantea la pregunta de si los cambios en los autos serán suficientes para que este deporte sea verdaderamente neutro en carbono.

Sin embargo, no es justo desestimar los esfuerzos de la F1. Las compañías petroleras, que han sido patrocinadores clave del deporte, también están invirtiendo en el desarrollo de combustibles sostenibles. Además, la introducción de normas más estrictas para 2026 ha atraído a nuevos fabricantes como Audi, Ford y Honda, que ven una oportunidad en la nueva dirección del deporte.

El impacto de la F1 en el futuro de los combustibles sostenibles

Más allá de la sostenibilidad, la F1 sigue siendo un laboratorio de innovación tecnológica. Históricamente, avances como los frenos de disco, la suspensión activa y los materiales de fibra de carbono nacieron en la F1 antes de llegar a los vehículos comerciales. Por lo tanto, es posible que el desarrollo de combustibles sostenibles en la F1 tenga un impacto significativo en la industria automotriz global.

El reto para la F1 será mostrar que sus esfuerzos no solo son válidos en la pista, sino que también pueden ser aplicables a los miles de millones de autos que todavía utilizan motores de combustión interna. La escala de producción de combustibles sintéticos, y si pueden ser una alternativa viable y rentable a los combustibles fósiles, sigue siendo una pregunta abierta.

En conclusión, la Fórmula 1 está comprometida con un futuro más sostenible, pero el camino no será fácil. Las innovaciones en combustibles sostenibles y electrificación son solo el primer paso hacia la neutralidad de carbono. A medida que se implementan los cambios para 2026, el verdadero impacto de estos esfuerzos dependerá de su capacidad para influir en el mundo más allá de las pistas de carrera.


Fuente

Kit Chapman: How F1 plans to transition to ‘100% sustainable fuel’, ChemistryWorld.

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