Algunas especies de insectos han desarrollado camuflajes sorprendentes para evadir a sus depredadores, imitando hojas a través de patrones y colores específicos. Ahora, un grupo de científicos ha descubierto que las «polillas chupafrutas» (Eudocima aurantia) cuentan con un diseño microscópico en la superficie de sus alas que refuerza aún más esta ilusión.
En estudios previos, los investigadores analizaron una especie relacionada, Eudocima materna, conocida como la polilla de las manchas oscuras en las alas. Se dieron cuenta de que estas manchas parecían cambiar de tamaño dependiendo del ángulo desde el que se observaban. Las alas de las polillas están cubiertas por diminutas escamas rígidas, similares a las de peces y serpientes. Al estudiar su estructura a nanoescala, los científicos descubrieron que este efecto visual podría desempeñar un papel en el cortejo, permitiendo a los machos atraer pareja.
Intrigados por la posibilidad de otros trucos visuales en polillas similares, el equipo se dirigió al Museo de Historia Natural de Londres para examinar 40 especies adicionales de Eudocima. Incluso en especímenes preservados, Eudocima aurantia llamaba la atención: sus alas parecían tridimensionales, imitando las hojas curvadas y ondulantes de los cítricos en los que habita.
Utilizando un microscopio electrónico de barrido, los investigadores descubrieron que ciertas áreas de las alas presentan nanostructuras únicas. Las escamas más reflectantes formaban una especie de malla con aperturas irregulares que dispersaban la luz de tal manera que la superficie plana del ala adquiría la apariencia de una hoja curvada. En contraste, las escamas menos reflectantes tenían una disposición más uniforme, típica en otras polillas. Según el estudio publicado en Current Biology, esta ilusión óptica podría ayudar a Eudocima aurantia a pasar desapercibida ante aves y otros depredadores.
Fuente: Erik Stokstad en Science.

