Frente al cambio climático y el aumento constante de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera, la comunidad científica explora alternativas cada vez más creativas. Una de ellas consiste en aprovechar los procesos químicos naturales que ya operan en el océano, pero acelerándolos. Este es el caso de la llamada meteorización acelerado de la caliza (por disolución), una propuesta innovadora que ahora se plantea realizar a bordo de barcos para reducir significativamente las emisiones del transporte marítimo.
El punto de partida de esta estrategia es un proceso natural: la disolución de carbonato cálcico (CaCO₃) en el océano. Este fenómeno desempeña un papel clave como retroalimentación negativa que ayuda a neutralizar la acidez generada por el exceso de CO₂ atmosférico. Cuando el océano superficial absorbe CO₂ del aire, se acidifica, pero este efecto se mitiga a largo plazo por la disolución del CaCO₃ que ocurre en el fondo marino. Esta disolución aumenta la alcalinidad del agua y favorece la conversión del CO₂ en formas menos agresivas, como los iones bicarbonato (HCO₃⁻).
La propuesta consiste en imitar este mecanismo natural, pero de forma acelerada y controlada. Para ello, se hace reaccionar piedra caliza pulverizada (principalmente calcita) con CO₂ y agua de mar. El resultado es una mezcla donde el CO₂ queda químicamente transformado en iones bicarbonato, los cuales son altamente estables en el océano, permaneciendo allí por decenas de miles de años.
Se podría explicar de otra manera, siguiendo el modelo de las reacciones ácido-base. El gas CO₂, al disolverse en agua, forma «ácido carbónico (H₂CO₃)«, que puede reaccionar con el carbonato de calcio para generar bicarbonato según la siguiente ecuación simplificada:
CO₂ + H₂O + CaCO₃ → Ca²⁺ + 2 HCO₃⁻
Este proceso no solo captura el CO₂, sino que además incrementa la alcalinidad del agua, sin producir una caída significativa del pH ni alterar de forma drástica la química marina, a diferencia de otros métodos más invasivos.
Ahora bien, ¿por qué realizar este proceso en barcos? Porque los barcos son fuentes de emisiones de CO₂, producto de la combustión de combustibles fósiles en sus motores. Pero al mismo tiempo, estos barcos pueden transportar la piedra caliza, actuar como reactores móviles y utilizar el agua de mar como medio de reacción. Además, su desplazamiento constante genera turbulencia, lo cual ayuda a mezclar y dispersar rápidamente el bicarbonato generado, evitando acumulaciones locales o impactos negativos.
Modelos experimentales y simulaciones computacionales han mostrado que, al implementar esta tecnología en rutas comerciales del Pacífico, se logra un aumento marginal (< 1,4 %) en la alcalinidad y el carbono inorgánico disuelto del océano superficial tras 10 años, sin alterar significativamente el pH ni la presión parcial de CO₂ en el agua. Además, se estima que esta técnica podría reducir hasta un 50 % de las emisiones de CO₂ de los barcos que la practiquen.
Para cuantificar su eficiencia, los investigadores distinguen entre dos parámetros clave:
- Eficiencia total instantánea: reducción del CO₂ en el punto de emisión.
- Eficiencia de conversión: proporción del CO₂ que se transforma en bicarbonato estable.
Ambas métricas muestran resultados prometedores bajo condiciones controladas, con cinéticas de disolución del carbonato cálcico aceleradas gracias a la alta concentración de CO₂ en los gases de escape de los motores.
Esta solución presenta además ventajas logísticas: los barcos ya están presentes en todos los océanos, no necesitan infraestructuras costeras adicionales, y su adopción podría ser escalable a nivel global.
Por tanto, esta tecnología propone aprovechar la química del carbonato marino, no solo como una herramienta para entender el clima, sino también como una tecnología aplicada para mitigar activamente el cambio climático. Si bien se requieren más estudios sobre posibles impactos ecológicos a largo plazo, la idea combina ciencia fundamental, ingeniería y sostenibilidad con el potencial de transformar al transporte marítimo en un actor clave de la captura de carbono del futuro.
La investigación está publicada en Sijia Dong et al., Potential of CO2 sequestration through accelerated weathering of limestone on ships. Sci. Adv. 11,eadr7250 (2025). DOI:10.1126/sciadv.adr7250

