Los elementos muy metálicos (como los alcalinos) se combinan muy bien con los que tienen un fuerte carácter no metálico, como los halógenos porque los primeros tienen mucha tendencia a ceder electrones y los segundos a captarlos. En algunos casos unos y otros elementos reaccionan entre sí cuando entran en contacto directo, sin necesidad de vehículo líquido, como cuando se pone sodio metálico en atmósfera de cloro, formándose inmediatamente NaCl (sal común) El sodio es un fuerte reductor y el cloro un potente oxidante, por lo que la reacción de intercambio de electrones esta servida desde el momento en que ambos elementos están juntos.
Una reacción similar más fácil de realizar, aunque también muy energética, es la que se da entre el aluminio y el bromo para producir bromuro de aluminio:
3Br2 + 2Al –> 2AlBr3
Se puede realizar con bromo líquido (¡atención: debe hacerse en campana porque los vapores de bromo son tóxicos e irritante para la piel y los ojos!) y papel de aluminio del de envolver alimentos. La siguiente secuencia de imágenes ilustra el transcurso del proceso.
La reacción tarda unos segundos en iniciarse porque el aluminio tiene un recubrimiento de óxido de aluminio que primero tiene que ser atacado para que el bromo pueda reaccionar directamente con el metal. (Esta capa de óxido protectora explica que los objetos de aluminio no sean oxidados por el oxígeno ambiente a pesar de que el aluminio es muy oxidable.)
La reacción transcurre con chispas, fuego y humo. Si se realiza entre aluminio y yodo también es muy espectacular:
Fuente: http://www2.uncp.edu