jueves, 25 abril 2024

Mar Menor de Murcia: un frágil equilibrio

Al azar

Idoya Urech Baqué »

El Mar Menor en Murcia, es una albufera o laguna litoral de agua salada del Mar Mediterráneo, separada de éste por una lengua o cordón de arenas de 22 km de longitud y entre 100 m y 1200 m de anchura, pero comunicada con el Mar Mediterráneo por al menos un punto. El flujo e intercambio de aguas es lento, la tasa de renovación de la laguna es superior a un año. Se trata de un «ecotono», que es un lugar donde los componentes ecológicos están en tensión, al ser una zona de transición entre dos o más comunidades ecológicas distintas. Son espacios llenos de vida con abundante vegetación acuática así como fauna ictícola (peces) y aves migratorias.

El Mar Menor es la albufera española con mayor extensión, con una superficie de 135 km y una profundidad máxima de 7m. En su interior alberga cinco islas volcánicas, todas ellas protegidas. La laguna y sus humedales periféricos han sido designados por las Naciones Unidas como «Zona especialmente protegida de importancia para el Mediterráneo», (Convenio de Barcelona). Se trata del humedal RAMSAR número 706.

Desde el ensanche y dragado del Canal del Estacio en 1973, la Laguna ha comenzado su lucha por sobrevivir. La salinidad y la temperatura fue gravemente alterada. El alga Caulerpa Prolífera entró en la Laguna y en la actualidad, tapiza el 96% del fondo arenoso. En 1979, los responsables se comprometieron ante el Ministerio a arreglar dichas alteraciones pero, nunca cumplieron.

Los años siguieron pasando y el cambio climático aumentó aún más la temperatura. Los municipios costeros crecieron hasta un punto de saturación, utilizando la laguna para verter sus aguas residuales. Con ello aumentó también el número de embarcaciones a motor que contaminan las aguas con hidrocarburos. Poco a poco también, se fue produciendo una colmatación de la Laguna (pérdida de superficie y profundidad) por arrastre de sedimentos. Las actividades mineras de la Sierra Cartagena – La Unión utilizaban esta cubeta natural como sumidero. Y aunque la actividad minera cesó en la década de los 50, el arrastre de los residuos sólidos mineros a través de las Ramblas sigue introduciendo cargas importantes de metales pesados en la laguna.

Y para rematar la lucha por la supervivencia, se vierten al año en la laguna entre 2500 a 3000 toneladas de nitratos y fosfatos disueltos en aguas residuales urbanas y drenaje agrícola. Hay 36 puntos de entrada de agua al mar menor, el 42% no suele registrar residuos (al menos cuando fueron muestreados); en el 50% se detectaron límites inferiores de 50L por segundo. Mientras que en la estación de bombeo del sur de los Alcázares se detectan 176 L por segundo y, en la «Rambla del Albujón» se detectan 202 L por segundo. La restauración de este cauce y la depuración de sus vertidos evitaría el 90% del impacto que provocan. Pero las administraciones no se ponen de acuerdo…

El Grupo de Investigación de Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la Universidad de Murcia que dirige el catedrático Ángel Pérez Ruzafa, está aplicando con éxito un modelo hidrodinámico que simula la dispersión de los vertidos en el Mar Menor.

Partiendo de los datos que se recogen periódicamente en las estaciones de muestreo (hay 20 dentro de la laguna), con el Programa Shytem se realiza un modelo de dispersión de vertidos que reproduce con fidelidad los efectos que provocan en las aguas los nitratos, pesticidas y fosfatos (sobre todo cuando llueve) Pero entran en juego variables más complejas, como la actividad biológica que absorbe gran parte de los nutrientes, principalmente las medusas y las larvas de peces, que contrarrestan la proliferación de algas que a su vez se multiplican con los nutrientes. Es una regulación en que unas especies toman el relevo a otras.

Análisis químicos

Desde noviembre de 2009 a marzo de 2010 se ha realizado un estudio de biomonitorización de contaminantes presentes en el entorno, utilizando cadáveres de cormoranes hallados en los alrededores de la laguna costera durante su invernada. Las muestras de hígado, riñon, músculo, hueso y pluma fueron lavadas con NaOH (0,25M) y agua Milli-Q para eliminar la posible contaminación externa. Después se sometieron a un proceso de digestión húmeda ácida alcanzando temperaturas de 210 ºC en 40 minutos, y se conservaron a 4 ºC hasta su análisis. Este se realizó mediante Espectrometría de masas con fuente de plasma acoplado inductivamente. Se introdujeron blancos cada cinco muestras para controlar la calidad de los resultados. Los niveles de plomo y cromo hallados fueron elevados.

Han desaparecido especies comunes como la anguila, el langostino, el caballito de mar o la dorada. Y han aparecido invasoras del espacio como el alga Calerpa Prolifera o la plaga de medusas como la Pelágica Noctiluca (extremádamente urticante), Rhizostoma Pulmo (levemente urticante) o Cotylorhyza Tuberculata (poco u nada urticante). Durante unos años se cazaron con redes para tratar de minimizar la plaga, pero las aguas se volvían rápidamente verdes debido a la eutrofizacion causada por el exceso de nutrientes. Esto provocaba la disminución de la transparencia de la columna de agua y la Caulerpa Prolifera encargada de mantener el equilibrio del carbono, moría. De ser así, la laguna colapsaría.

Y mientras algunos intentan reintroducir especies desaparecidas como el caballito de mar, son curiosamente las dos especies invasoras, las que mantienen hoy en día viva a la Laguna en un frágil equilibrio.


Bibliografía

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