Esta pieza barroca española con tanto ritmo y alegría es la «Jácara de fandanguillo» (c. 1733) Villancico de chanza de Navidad a 5 con violines, de Juan Francés de Iribarren (1699/1767). Está interpretada por Opera Omnia bajo la dirección artística de Isaac M. Pulet.
Según el especialista Ignacio Arellano, esta “jácara” recuerda lejanamente a unas canciones en forma de romance que contaban la vida y milagros de los jaques o hampones y sus prostitutas. El género se popularizó en el Siglo del Oro. La mejores jácaras las escribió Quevedo. Las hay que usan el argot de los delincuentes pero también había jácaras de tono cortesano, e incluso jácaras a lo divino. Se cantaban en los corrales de comedias.
El autor de la letra de esta pieza es desconocido, si bien se barajan tres nombres: José Carlos Guerra, poeta de la Capilla del Rey, Alejandro Ferrer y Pablo Fernández, habituales letristas de Iribarren, quien, como maestro de capilla de la catedral de Málaga en 1733, había expuesto al cabildo el problema de la carencia de textos poéticos para sus composiciones musicales, especialmente los villancicos que se cantaban en las fiestas principales de Navidad, Corpus Christi e Inmaculada Concepción. Fue aceptada su petición contratándose inicialmente a Guerra con un sueldo de 24 ducados anuales.
La letra es esta:
Estribillo
Jácara de fandanguillo
ha de haber la Nochebuena,
pues me brinda en los arroyos
un punteado de perlas.
Échese la jacarilla,
y qué caso? cosa nueva,
y más si uced se nos viene
recordando al Niño penas
con el Diablo del pecado
dacá Adán y toma Eva.
Aunque fuera del asunto,
no trataré cosas de ésas.
Échese la jacarilla
porque al Dios Niño divierta.
Mas silencio, quedo, quedo,
que parece que sosiega,
es amante fino y tierno,
no es posible que se duerma.
Pues el fandanguillo corra,
vaya jacarilla buena,
cuando el susurro del viento
es instrumento que suena,
y los arroyuelos forman
un punteado de perlas.
Jacarilla, Jacaranda,
suene, vaya, corra, ea.
Despachemos con el fandanguillo,
con el fandanguí que alegra.
Coplas
1.
Entre las noches del mundo
hubo una noche serena,
buena, mas con mucho frío,
verbi gratia como ésta.
2.
En quietud estaba todo,
pues al sosiego se entregan
cuando las ovejas duermen,
los pastores cuando velan.
3.
Apareció de repente
una luz como una hoguera,
que unos le llamaron globo,
otros nombraron cometa.
4.
Que tuvieron temor grande
todos, es cosa cierta,
porque la esfera se ardía,
pero se helaba la tierra.
5.
Empezaron a hacer juicio,
viendo una cosa tan nueva
los zagales, porque en éstos
no fue boba la inocencia.
6.
Un astrólogo del cielo
en el aire les enseña
cosas grandes en las pajas,
y Dios, sobre todo, en ellas.
7.
Enseñóles el empíreo
estrechado en una cueva,
el siervo gózalo todo,
y el poderoso en miseria.
8.
Vieron un Niño, una Virgen,
y un Varón que le contempla,
Jesús, María y José
y toda la gloria en tierra.
9.
Como los cometas siempre
no son anuncios de guerra,
se vio ahora, pues a voces
cantaron paz las esferas.
10.
Viendo que el común sosiego
entre los hombres alienta,
pudo respirar alegre
toda la naturaleza.
11.
Nació Cristo verbum caro
ya su nacimiento alternan
los ángeles en el viento
dulces alegres cadencias.
12.
Los pastores le adoraron
y a quien vino, por fineza,
para darse en sacrificio,
le tributaron ofrendas.
Respuesta
Ay qué buena jacarilla,
suene, vaya, corra, ea,
despachemos con el fandanguillo,
con el fandanguí,
fandanguillo que alegra

La letra de la jácara y la información sobre su composición están tomadas de Ignacio Arellano: Los textos poéticos para las obras musicales de Iribarren. En Juan Cruz Labeaga Mendiola: Juan Francés de Iribarren. Compositor (1699-1767). Coral Nora de Sangüesa – Zangoza. ISBN: 84-605-9835-7.
La partitura íntegra está en Jácara de fandanguillo (uma.es).