Se ha generado en los Estados Unidos una nueva preocupación sanitaria: la alergia a alfa-gal. Esta dolencia no es una novedad en medicina (aunque una encuesta ha revelado que muchos profesionales médicos la desconocen), pero sí está cobrando una gran atención en las últimas semanas a partir de una investigación que revela que medio millón de estadounidenses podría sufrirla, que en muchos casos se debe a picaduras de ciertas garrapatas y que después de la picadura sobreviene una alergia a la carne.

Alfa-gal es una abreviatura para el carbohidrato galactosil–α– (1→3)–galactosa, que se encuentra en la mayoría de los mamíferos, pero no en los primates (humanos incluidos). Al tratarse de una sustancia extraña puede provocar una respuesta inmune y la consiguiente reacción alérgica que en algunos casos podría alcanzar la anafilaxia.
Algunas garrapatas como la Ixodes holocyclus en Australia y la Amblyomma americanum en Estados Unidos tienen este carbohidrato en su saliva, de manera que cuando pican a una persona pueden desencadenar la alergia a alfa-gal. A su vez, esto provoca una alergia a la mayoría de las carnes (cerdo, res, conejo, cordero, venado) y también a leche de vaca y productos lácteos y de gelatina, por contener todas estas sustancias el carbohidrato,
Los síntomas de esta alergia pueden incluir urticaria o erupción cutánea con picazón, náuseas o vómitos, acidez estomacal o indigestión, diarrea, tos, falta de aliento o dificultad para respirar, caída de la presión arterial, hinchazón de los labios, garganta, lengua o párpados, mareos o desmayos o dolor de estómago intenso. Los síntomas generalmente comienzan de dos a seis horas después de comer carne u otra exposición a productos que contienen alfa-gal. Pero hay que tener en cuenta que no en todos los casos los síntomas han de ser graves, e incluso podrían pasar desapercibidos. Por otra parte, ni todas las alergias a la carne se deben a la alergia a alfa-gal ni ser picada por una garrapata implica que la persona contraiga la alergia.
Ya se sabía que las picaduras de garrapatas pueden causar infecciones paralizantes como la enfermedad de Lyme en humanos. Ahora se comprueba que estos pequeños animales pueden producirnos otro tipo de problemas.