Biólogos estadounidenses han detectado que un ejemplar hembra de lobo mexicano (Canis lupus baileyi) quiere migrar hacia el norte de Nuevo México probablemente en busca de pareja. Pero las autoridades tienen establecidos límites a los desplazamientos de esta especie y quieren que vuelva al territorio que le han asignado. Ya una vez la devolvieron a ese lugar. Ahora, cuando la loba está intentando de nuevo irse al norte, ha surgido el debate sobre qué hacer con ella. Porque los humanos creen que tienen derecho a decidir.
El caso es complicado. Los ganaderos de Nuevo México y Arizona se quejan de que los lobos son responsables de decenas de muertes de ganado cada año, por lo que no quieren que se expanda el área de distribución de los lobos.
Peor los ambientalistas piden que se respete la inclinación natural de esta loba y otros animales a deambular, máxime cuando según sospechan la loba está tratando de buscar pareja y de hecho tiene probabilidades de encontrarla en Colorado. Consideran que el hecho prueba que la especie puede prosperar fuera de lo que consideran límites arbitrariamente designados en Nuevo México y Arizona y sostienen que estas disposiciones ignoran la ciencia.
Hay procesos legales pendientes en tribunales sobre las reglas que rigen la recuperación de los lobos y la normativa que establece que sean retirados todos los lobos mexicanos al norte de la carretera Interestatal 40, incluso en los casos en que el lobo no causa inconvenientes o pérdidas.
La loba migrante
Se ha confirmado que la loba, cuya especie está en peligro de extinción, ha viajado al norte de la Interestatal 40 y más allá de una zona de recuperación que se extiende por partes del suroeste de Nuevo México y el sureste de Arizona. Esta es la segunda vez que el animal se aventura hacia el norte. El invierno pasado llegó a las estribaciones de las Montañas Rocosas, en Nuevo México, por lo que fue capturada y liberada en Arizona. Ahora vuelve a intentar su migración al norte, lo que ha creado un dilema a las autoridades, que por el momento no saben si seguir observando sus movimientos o capturarla y reubicarla.
Al menos 241 lobos mexicanos han sido vistos deambulando por el suroeste de Estados Unidos últimamente y es el séptimo año consecutivo en que las cifras han tenido una tendencia al alza. También se han documentado más parejas reproductoras y crías el invierno pasado que en cualquier año desde que comenzaron los esfuerzos de reintroducción hace más de dos décadas.
Fuente: https://phys.org/news/2023-11-biologists-eye-rare-mexican-wolf.html.