Un grupo de científicos ha publicado un estudio en el que incluyen unas imágenes de órganos genitales de una rata dibujadas por un programa de esos que los seres humanos hemos dado en llamar de «inteligencia artificial» (IA). A pesar de que los genitales dibujados son desproporcionados, los científicos no han sido capaces de aplicar su espíritu crítico y rechazar las imágenes por equívocas. Al contrario, las han usado para ilustrar su investigación, y además han incluido un texto incomprensible también creado por IA. Es como si inconscientemente hubieran pensado que una inteligencia artificial no se puede equivocar; se podría decir que es un caso de seducción por la tecnología.
Según Phys.org, «en el artículo, referido a una investigación sobre las células madre en pequeños mamíferos, los autores incluyeron imágenes que representan la anatomía de la rata que claramente había creado un sistema de inteligencia artificial. En una imagen, una sola rata parecía tener un pene y testículos más grandes que el resto de su cuerpo, algo que no ocurre en la naturaleza. Parte del texto adjunto también era incomprensible. Otra imagen mostraba una célula de rata que no se parecía a la verdadera estructura de una célula de rata».
Los autores no ocultaron que las imágenes las había producido una IA. pero el problema es que no valoraron negativamente la idoneidad de las imágenes, aceptándolas sin más.
Al parecer, la revista en la que se publicó el artículo (Frontiers in Cell and Developmental Biology) no se opone a que se usen materiales generados por IA siempre que se cite la fuente. Pero también pide que se verifique cualquier información producida por tales sistemas. No solo no lo hicieron los autores, sino que tampoco repararon en ello los revisores; fueron los lectores quienes criticaron las imágenes.
