viernes, 19 diciembre 2025

El comportamiento de algunos animales sugiere que «saben de Física»

Al azar

En un artículo en Knowable MagazineTom Siegfried se pregunta si los animales “usan la Física” en su beneficio. Nos pide que imaginemos que dejamos caer un gato bocarriba desde una ventana. Si el gato fuera simplemente un sistema mecánico rígido debería caer de espaldas. Sin embargo, se dará la vuelta en el aire para caer de pie. Durante mucho tiempo los científicos no han sabido explicar la física que hay detrás de esta destreza de los gatos. El secreto está en la biología del gato. Pero la biología no evita a la física, sino que la adopta.

Además de descubrir más sobre cómo los animales realizan su diversa gama de habilidades, las investigaciones en esta línea también pueden llevar a nuevos conocimientos de física al analizar habilidades animales que los científicos aún no entienden.

La física es fundamental incluso para los movimientos animales más simples, que requieren una compleja coordinación de señales eléctricas y químicas dentro del cuerpo y entre el cuerpo y el cerebro. Moverse a través de un fluido, por ejemplo, no solo depende del cuerpo sino también de las propiedades del líquido.

En el agua, los animales nadadores emplean diferentes estrategias de movimiento dependiendo de varios factores, incluyendo la forma de su cuerpo. Los peces con cuerpos delgados, por ejemplo, básicamente se propulsan con el movimiento lateral del cuerpo y la cola. Los peces de muchas otras formas corporales generan movimiento moviendo sus aletas.

Las truchas tienen una habilidad peculiar, de tal manera que, según se comprobó en un experimento, el agua que fluía junto a un cilindro indujo un vórtice que permitió que incluso una trucha muerta nadara contra la corriente.

La evolución ha dotado a los animales con habilidades de movimiento adaptadas al entorno existente sin necesidad de un manual de instrucciones. Desde hormigas y avispas hasta tejones y castores, varios animales han aprendido a construir nidos, refugios y otras estructuras para protegerse de las amenazas ambientales.

Los perros de la pradera cavan madrigueras con múltiples entradas a diferentes alturas, una arquitectura que se basa en las leyes de la física para crear flujo de aire a través de la cámara y proporcionar ventilación adecuada.

Los nidos de los pájaros deben combinar palos, hojas, tierra y hierba en una estructura de estabilidad confiable e integridad mecánica. Al parecer, los pájaros saben que los palos o ramitas flexibles proporcionan mejor estabilidad que las varillas rígidas; los experimentos de física han demostrado que la flexión de los materiales permite fuerzas friccionales que ayudan a mantener el nido unido.

Sin duda, los animales tienen muchos otros trucos que los físicos aún no pueden explicar completamente, por lo que el campo de la física del comportamiento animal es tan fértil.

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