Rubén Herrero »
Las placas anecoicas son un recubrimiento de material sintético diseñado para absorber y atenuar el sonido en buques y submarinos. Se suelen fabricar con materiales fonoabsorbentes como espuma de poliuretano, cauchos sintéticos y otros materiales poliméricos. La primera placa anecoica que se desarrolló fue el Alberich, en Alemania en 1940.
El Alberich consistía en unos paneles de un polímero síntético llamado “Oppanol” (poliisobuteno, también conocido como caucho-butilo), que se usaban como recubrimiento del casco exterior del submarino. Este recubrimiento polimérico reducía un 15 % las ondas de sónar (ASDIC) reflejadas contra el casco y atenuaba el ruido producido por los motores del submarino, proporcionándole un mayor sigilo frente al enemigo. El Oppanol fue una patente desarrollada por la industria química IG Farben, diseñada específicamente para este cometido.
El revestimiento estaba formado por planchas de 1 m de lado y unos 4 mm de espesor, con hileras de orificios de 4 mm y 2 mm de diámetro. El material polimérico no era homogéneo, ya que contenía cavidades de aire. Estas cavidades, eran las responsables de reflejar de manera errática el reflejo de retorno de las ondas del ASDIC en un rango de 10 a 18 Khz. La degradación de la reflexión del eco no era uniforme y variaba con la profundidad a la que se encontrara el submarino, debido a las que cavidades del Oppanol se veían comprimidas por la presión del agua.
Los tests comenzaron en 1940, forrando un submarino U Boot Tipo II, el U -11. Las pruebas realizadas fueron bastante satisfactorias, ya que el comportamiento frente al sónar y las mediciones del ruido fueron las esperadas. Por eso, la Kriegsmarine decidió implementar este sistema a un submarino Tipo IX-C, el U-67, antes de que entrara en servicio.
Pero había un problema y grave: En 1941, la IG Farben no había encontrado un adhesivo adecuado (resistente y duradero) para pegar las piezas de Oppanol al casco del submarino, y eso ocasionaba que las piezas de Opannol se despegaban con facilidad mientras el submarino se desplazaba sumergido. Durante su primer viaje desde las costas noruegas hasta su base operacional de Lorient en Francia, el U-67 había perdido un 60 % del recubrimiento.
Al perder esas placas poliméricas, resultaba que las turbulencias que ocasionaba la fricción del agua sobre zonas del casco del submarino sin recubrimiento y zonas con placas parcialmente despegadas eran altas y el submarino era más fácilmente detectable por el sónar que si no llevara ningún tipo de recubrimiento. Y además, restaba velocidad de crucero a la embarcación.
Se continuaron haciendo pruebas con otros submarinos y en 1944 se consiguió formular un adhesivo que tuviera un buen comportamiento mecánico y químico y al tiempo que fuera resistente. Se necesitaban miles de horas de trabajo para pegar el Oppanol al casco. Esto hizo posible que el U-480 fuera equipado con el recubrimiento, pasara satisfactoriamente los tests en mayo de 1944 y fuera enviado a realizar una patrulla de combate.
En agosto de 1944, el U-480 atacó al convoy BTC-78, cerca de la costa inglesa, en el Canal de La Mancha, hundiendo un mercante, el Orminster. Poco después sería detectado por los buques escolta y tras siete horas, el U-480 pudo escapar indemne. Eso indujo a decidir al Alto Mando submarino de la Kriegsmarine a utilizar el recubrimiento de forma masiva en los nuevos tipos de submarinos, los XXIII y XXI. Pero la guerra estaba tocando a su fin y solo pudo aplicarse al U-4709, que no entró en combate. Los submarinos con recubrimiento de placas anecoicas fueron los siguientes: U-11, U-480, U-485 U-486, U-1105, U-1106, U-1107, U-1304, U-1306, U-1308, U-4704, U-4708 y U-4709. También el submarino japonés I-400 fue recubierto con Oppanol.
Para finalizar, añadir que hoy día la gran mayoría de Armadas utilizan placas anecoicas de diferentes materiales compuestos para recubrir sus submarinos. Ha cambiado la tecnología de fabricación, la composición química, la tecnología de pegado y los aspectos derivados de la ingeniería naval, pero, la idea sigue siendo la misma: hacer al submarino más silencioso y más difícil de detectar por el sónar enemigo.