Aunque en Estados Unidos la población de mariposas ha caído drásticamente en las últimas dos décadas, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) de México, este año las mariposas monarca que invernan en los bosques del país cubrieron una superficie doble que la del año anterior. La cifra del año pasado representó una caída del 59 % con respecto a 2023, el segundo nivel más bajo desde que se comenzaron a llevar registros.
Este incremento se debe a mejores condiciones climáticas y mayor humedad, factores que favorecieron su migración. Sin embargo, la recuperación no significa que la especie esté fuera de peligro, ya que enfrenta cambios climáticos y pérdida de hábitat.
Cada año, las monarcas viajan desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de pino y oyamel en México, donde pasan el invierno. Su migración es una de las más impresionantes del reino animal, con múltiples generaciones reproduciéndose en el trayecto. A finales del verano, los descendientes de las mariposas invernantes emprenden el viaje de regreso al norte.
A pesar del aumento en México, las monarcas no corren la misma suerte en otras regiones. En la costa de California, la Xerces Society for Invertebrate Conservation reportó un descenso alarmante en la población de la monarca occidental: solo 9119 individuos en 2024, una caída del 96 % respecto a los 233 394 de 2023.
En general, las poblaciones de mariposas en los Estados Unidos han disminuido desde el año 2000, afectando a 114 especies. Los expertos atribuyen esta reducción a la desaparición del algodoncillo, planta fundamental para la reproducción de las monarcas, afectada por sequías, incendios, herbicidas y urbanización.
Ante esta crisis, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. propuso en diciembre incluir a la mariposa monarca como especie amenazada bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción, resaltando la urgencia de medidas de conservación a nivel continental.
Fuente: Phys.org.

