viernes, 19 abril 2024

Una pila de botón en un acuífero

Al azar

Encarnación Montero García »

Posible situación, posibles efectos.

Visitando un pueblo de 200 habitantes, con una población envejecida, con costumbres rurales que incluyen la utilización de manantiales de agua natural sin tratar. Personas a las que el sabor del cloro les parece antinatural, pero la presencia de una pila de botón en un acuífero (fuente de piedra) del que consumen habitualmente, no les genera ninguna alarma.

Cuales pueden ser los resultados de esta situación. En primer lugar es obvio que el desconocimiento les hace incurrir en errores muchos más graves que los que pretenden evitar. Esta es una situación típica de la mala fama de la química; normalmente la gente no se da cuenta de que química es todo: la naturaleza es química.

El acuífero que nos ocupa es una emanación de agua natural en condiciones óptimas para el consumo humano, potable. Contenida en una roca granítica (fuente de piedra), con caudal constante, se apreciaba la presencia de algas y fauna, hecho que tranquiliza a los usuarios.

Una pila es un dispositivo en el que se está generando una transferencia de electrones. Algunas pilas de botón están compuestas por oxido de mercurio, zinc y hierro, llegando a contener un 30% de mercurio, si bien actualmente apenas se fabrican de este tipo, siendo más comunes las de zinc o litio, usando como cátodos dióxido de manganeso, óxido de plata o de cobre debido a la alta toxicidad y riesgos ambientales del mercurio.  

El mercurio sufre reacciones de metilación con facilidad; puede tener estados de oxidación +1 y +2; el monometilmercurio es soluble en agua, el dimetilmercurio es insoluble en agua y volátil.

La toxicidad del mercurio la determinan algunos aspectos como son:

  • La capacidad de los vapores de Hg y de los compuestos inorgánicos de Hg para atravesar las membranas de los organismos vivos.
  • El envenenamiento por metilmercurio, que provoca daños irreversibles en cerebro, hígado y riñones.
  • La contaminación de aguas, que provoca una acumulación de Hg en peces.
  • La metilación bacteriana como fenómeno principal para generar los metil-mercurio.

El CH3Hg+ es un compuesto liposoluble, atraviesa tejidos como la piel y las membranas celulares, por lo que es mucho más tóxico que el Hg elemental.

El mercurio es cancerígeno y bioacumulable. Una alta exposición pude dañar el cerebro, riñones y el feto, afectación en el andar y en el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones.

El mercurio es un metal pesado que puede ser transportado por las partículas en suspensión que se encuentran en el acuífero. En estado metálico es tóxico; sin embargo, en forma de cationes resulta aun más peligroso: la toxicidad de esto cationes se debe a que forman enlaces con los iones sulfuro. Una pila de botón puede contaminar hasta 60.000 litros de agua.

La población de 200 habitantes a la que me refiero presenta una estadística de cáncer elevada respecto a la década anterior, un aumento de descoordinación, afección al andar y al habla. ¿Es posible atribuir todos estos síntomas a la utilización de un acuífero contaminado? Son síntomas propios de una población envejecida. De hecho están diagnosticados como demencia senil, artrosis, degeneración de tejidos propios de la edad…

Pero yo me pregunto: ¿realmente son víctimas de intoxicación o simplemente son mayores?


Para saber más…

Clasificación y naturaleza química de los contaminantes. Antonio Guerrero Ruiz, ed. UNED, 2005.

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