lunes, 2 octubre 2023

Los metales pesados en los peces y sus efectos

Al azar

Lydia Ruiz Iturri »

Cuando hablamos de metales pesados, nos estamos refiriendo al elemento químico metálico cuya densidad relativa es alta, lo mismo que su poder de toxicidad, aun a concentraciones bajas. No son degradables, por lo tanto no pueden ser destruidos. Se incorporan a los organismos vivos a través del aire, del agua y del suelo pasando a la cadena alimentaria o trófica.

De entre los que afectan a los peces están el mercurio (Hg), el plomo (Pb), y el cadmio (Cd). En el medio acuático sufren una transformación pasando de metales inorgánicos a metales orgánicos, por lo tanto de solubles a liposolubles por lo que no se excretan y van bioacumulándose a lo largo de toda la cadena trófica en los tejidos y vísceras de los peces. De ahí que en los últimos eslabones de la cadena haya mas tóxico acumulado pasando así a ser disponible para el hombre.

Además la mayor distribución de los metales pesados se encuentra en el agua y en las especies acuáticas tanto vegetales como animales alterando la cadena y produciendo efectos graves sobre la salud humana al poder pasar la barrera hemato-encefálica debido a su liposolubilidad.

Cómo llegan los metales al agua

La principal causa y sobre lo que podemos incidir es la antropogénica; es decir, la causada por las distintas actividades humanas:

  • Agrícolas: abonos, fertilizantes, plaguicidas
  • Industriales: metalurgia, electroquímica, uso de combustibles, fósiles, fabricación de baterías, pinturas, combustión de carbón, residuos o vertidos industriales
  • Domesticas: tuberías de plomo, perdigones, plomadas de pesca, desechos orgánicos

Generando con ello un problema serio de salud ambiental y epidemiológica.

Mediante las citadas actividades humanas, los metales pasan a la atmosfera que a través de las lluvias llegan al suelo y a las aguas. Otras veces van directamente a las aguas, ya sean de río o de mar como es el caso de los vertidos industriales.

Me extenderé mas adelante en el ciclo del Hg por su alta toxicidad en el medio acuático, ya que este posee las dos características de toxicidad al máximo, como son la bioacumulación y la biomagnificación a lo largo de toda la cadena alimentaria; mientras que el plomo solo tiene bioacumulación pero no biomagnificación, esta última no se da porque los factores de bioacumalación disminuyen en el nivel trófico ya que en los vertebrados el plomo se almacena en el hueso por lo que se reduce la transmisión en la cadena alimentaria. También parece ser que la cantidad de plomo esta relacionada directamente con el calcio porque en los mariscos las concentraciones de plomo son mayores en la cáscara que en el tejido blando.

En cuanto al cadmio, solo decir que llega al agua por los vertidos industriales y urbanos y también parte del atmosférico termina en el medio acuático. En este medio es absorbido por las plantas acuáticas, moluscos, crustáceos y peces, por lo tanto se da la bioacumulación, pero la biomagnificación dependerá del ecosistema en el que se encuentre, así como de la especie consumida.

El ciclo del mercurio

Por la acción antropogénica, el mercurio es depositado en la atmósfera en su forma iónica: es decir en metal que al ser volátil se incorpora a la atmosfera en forma de vapor Hg2+ y a través del ciclo del agua es biotransformado por las bacterias y organismos existentes en el suelo. Otra parte de este Hg va directamente a las aguas fluviales y marinas a través de residuos residuales.

En el agua el mercurio inorgánico se transforma en orgánico llamado metilmercurio CH3Hg+, la forma mas tóxica del mercurio, por un proceso de biometilación llevado a cabo por las bacterias existentes en los sedimentos de las aguas dulces y en el fitoplancton de las saladas. Este metilmercurio empieza a ser absorbido por las algas o plantas acuáticas de las que se alimentan los peces pequeños, que a su vez son devorados por otros mayores hasta pasar por todos los eslabones de la cadena alimentaria y llegar al ultimo, al hombre que consume estos peces. Por eso cuanto mayor sean los peces y sobre todo en los azules por su mayor tejido adiposo, mas metilmercurio se encuentra, como en el caso del atún, el pez espada, la caballa, etc.

Además se ha comprobado que cerca del 100% de Hg que se bioacumula en los peces depredadores es metilmercurio, su forma más toxica, que se incorpora a la cadena alimentaria de forma muy eficiente al poseer las dos propiedades citadas anteriormente: la bioacumulación y la biomagnificación. Pues el metilmercurio al no excretarse por la orina tarda mas en eliminarse por lo que es bioacumulado a lo largo de la cadena trófica en los tejidos musculares y adiposo; es decir se van sumando las cantidades a lo largo de todos los eslabones de la cadena, a lo cual se le llama biomagnificación.

Consecuencias

En los peces

  • Afecta a su calidad
  • Altera su producción y fertilidad
  • Daños celulares por la formación de especies reactivas al oxigeno inhibiendo los procesos antioxidantes

En el hombre

  • Al pasar las barreras hematoencefálica y placentaria tiene efectos neurotóxicos en el cerebro y en el SCN.
  • Se acumula en el hígado, cerebro y riñón.
  • Las poblaciones de mayor riesgo son los bebés, los niños de corta edad porque aun no tienen desarrollado su cerebro, y las embarazadas por el riesgo que existe para el feto a través de la placenta ocasionando problemas para el desarrollo del cerebro con los posteriores problemas de aprendizaje, sordera, retraso del lenguaje y problemas renales entre otros.

Por eso hay que limitar el consumo de pescado en estas poblaciones; y nunca, pescados grandes ni azules.

Legislación

La legislación española establece un límite de 1 mg de metilmercurio por kg de producto, pero la Dirección de Alimentos y Fármacos dice que este límite no es adecuado para la salud de la población. El valor de referencia que propone la EPA (Agencia para la protección ambiental) es de 0.1 microgramos por Kg. de peso y día. Por su parte la OMS establece el limite en 0.5 mg de metilmercurio.

Como se ve se trata de un problema de salud epidemiológico grave sobretodo en los fetos y en la población infantil, por lo que está todavía por resolver cual sea la dosis más baja que afecte al neurodesarrollo.

De ahí que Porta, catedrático de epidemiología de la Universidad Autónoma de Barcelona, diga que las concentraciones bajas, no son tan bajas ya que son igual o mayores que nuestras concentraciones hormonales, y estas tienen sus efectos, con lo cual algún efecto tendrán también aquellas.

Siguen en revisión cuáles son estas cantidades bajas aceptables.

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