En el vídeo se ilustra lo que se suele conocer como la reacción de la botella azul. Se mezcla glucosa (u otro azúcar reductor) con hidróxido sódico y se añaden unas gotas del colorante azul de metileno. La disolución al principio es azul, pero poco a poco se va decolorando. No obstante, si se agita vuelve a colorearse. Parece magia. Explicaremos por qué ocurre esto.
Lo que sucede en resumidas cuentas es que la glucosa (G, C6H12O6) resulta oxidada por el azul de metileno (A) y este se reduce a azul de leucometileno (L), que es incoloro:
G + A → L + varios productos
De este modo, la disolución se va decolorando. Pero cuando se agita se disuelve oxígeno atmosférico (O2) en el agua y este oxígeno reoxida alazul de leucometileno (L) incoloro para convertirlo de nuevo en azul de metileno (A):
L + O2 → A
Después la glucosa volverá a reducir al azul de metileno formado. La función del hidróxido sódico es convertir la glucosa en ciertos productos que también intervienen en el proceso.
Variantes de esta reacción pueden hacerse con otros colorantes. Por ejemplo, con la resazurina se pasa de rojo a incoloro y con el carmín de índigo de verde a rojo amarillento.