Si el reino de los infiernos tiene una puerta, probablemente se parezca a la Cueva de los Cristales de Naica, pueblo del estado mexicano de Chihuahua donde se produce la mayor parte del plomo de México.
La cueva fue descubierta en 2000 de forma accidental, cuando se buscaban minerales de plomo. Es tremendamente difícil acceder a ella porque se encuentra a unos 300 metros de profundidad y a una temperatura 50°c con humedad entre 96%-98%, es decir, una atmósfera insoportable por mucho tiempo.
En la mina se pueden hallar enormes cristales de selenita, que es una variedad del mineral yeso (sulfato de calcio dihidratado, CaSO4·2H2O) cuyo nombre no lo debe a que contenga selenio, sino a que su brillo recordó a la Luna (“Selene”) a quien le puso el nombre.
Algunos de los cristales que se ven en las imágenes tienen 10 metros de longitud y uno de anchura que se han formado durante millones de años con ayuda del agua allí existente. Actualmente la cavidad está drenada, pero cuando la explotación volverá a ser cubierta por el agua y los cristales continuarán con su lento crecimiento.
Imágenes: stormchaser.ca