Juan Munuera Caravaca »
Todas las personas en algún momento durante el baño en una piscina ya sea particular o en una instalación han notado ese olor tan característico del cloro que se usa para desinfectar e higienizar el agua y lo hemos asumido como algo normal e inevitable si queremos disfrutar de un agua clara y limpia. Pero a pesar de que ya se empezó a utilizar la electrolisis como método de limpieza del agua de las piscinas hace ya bastante tiempo es recientemente cuando se ha puesto más de moda y está sustituyendo al cloro tradicional como sistema limpiador.
¿Qué hace la electrolisis por nuestra piscina? Pues es bastante sencillo, el sistema pasa agua a la depuradora para su limpieza y además la hace pasar por unos electrodos produciendo una reacción electroquímica que nos ayuda a mantener limpia el agua.
Pero vamos a explicar esto un poco más. En lugar de usar hipoclorito sódico en forma líquida o bien dicloro o tricloro en tabletas o granulado vamos a necesitar sal común (NaCl). Se suele añadir entre 5 y 7 gramos de sal por litro de agua. El agua, al pasar por la célula que contiene los electrodos, recibe una débil corriente eléctrica debido a la diferencia de potencial entre ellos. Esto hace que del agua y de la sal se genere sosa (NaOH), hidrógeno (H2) y cloro (Cl2). El cloro generado se disuelve en el agua formando ácido hipocloroso (HClO) y ácido clorhídrico (HCl). El ácido hipocloroso es el responsable de la desinfección del agua ya que destruye los gérmenes y residuos orgánicos. Además se produce una neutralización entre la sosa y el ácido clorhídrico con lo que se forma de nuevo la sal, siendo esto por lo tanto un ciclo cerrado ecológico y respetuoso con la naturaleza.
Durante la electrolisis también se genera oxigeno activo o peróxido de hidrógeno (H2O2), oxidantes que en contacto con el agua se combinan con la materia orgánica destruyéndola.

Ventajas de usar este sistema en lugar de la cloración tradicional
Producimos nosotros mismos el desinfectante ya que el cloro lo generamos a través de la sal mediante la electrolisis. Esto evita las irritaciones de la piel y ojos y los olores.
¿Pero cómo puede ser esto? Todo el mundo cuando se ha bañado en una piscina en algún momento ha notado que se le irritaban los ojos o incluso la piel, y siempre hemos culpado al cloro de esto, pero realmente el culpable son las cloraminas, que se forman al combinarse el cloro con materia orgánica (pelo, piel, compuestos químicos del sudor, hojas, etc…). Esta sustancia es la que da el olor característico de muchas piscinas. Bien, pues el sistema mediante cloración salina es muy eficaz porque la electrolisis descompone las cloraminas, lo que tu cuerpo agradecerá porque desaparecerán esas molestas irritaciones.
Otra ventaja es que evitas los riesgos de una manipulación incorrecta de productos químicos al utilizar solamente sal.
¿Se nota mucho la sal en el agua? ¿Es como bañarse en el mar?
Como dijimos al principio la cantidad de sal que debe añadirse es entre 5 y 7 gramos por litro de agua, que viene a ser lo mismo que la contenida en la lagrima humana. El agua del mar tiene una media de 35 gr/l. Así que es 6 veces inferior a la del mar. (Como dato curioso, el mar Muerto tiene 300 gr/l., lógicamente por eso lo llaman así. Sin embargo, en algunas zonas del mar Báltico la salinidad es de 6gr/L, similar a la de una piscina con cloración salina.)
¿Hay otros sistemas de desinfección?
Por supuesto, también se puede utilizar el bromo, con el que eliminamos del agua ese olor característico a cloro y, al contrario del cloro tradicional, sus restos derivados las bromamidas no pierden poder desinfectante.
Otro sistema es mediante luz ultravioleta, que destruye los organismos mediante procesos fotoquímicos.