Sara El Kalaay Puig »
Cuando escuchamos la palabra cosméticos, ¿qué es lo primero que pensamos? Pensamos en maquillaje, cremas, productos para el pelo, etc. Actualmente, estos productos se han generalizado, ahora hay un gran porcentaje de personas que se preocupan por el cuidado de su piel, de su cabello, de su rostro… Pero, ¿nos hemos parado a pensar qué contienen? Pocas veces lo hacemos, por eso voy a dedicar este artículo a una pequeña introducción al mundo de la química y la cosmética.
En primer lugar, la química cosmética es imprescindible para saber el funcionamiento de los cosméticos.
Los cosméticos tienen tres principales componentes:
- Los principios activos, sustancias beneficiosas para el organismo.
- El excipiente (textura), que en ocasiones puede provocar alergia.
- Los aditivos (como pueden ser colorantes, conservantes, etc.).
Actualmente es una batalla continua el intento de reducir la cantidad de aditivos en los productos cosméticos, ya que cualquier sustancia que pongamos en nuestra piel será absorbida por los capilares y serán llevadas al torrente sanguíneo, lo que puede perjudicar nuestra salud.
Estamos en un momento clave, en el que la sociedad se decide por utilizar productos naturales en vez de artificiales, y es un gran acierto. Debemos de evitar cualquier producto que contenga sustancias toxicas o nocivas para nuestra piel, el formaldehído hay que evitarlo de cualquier forma, ya que gracias su fama sabemos que favorece la aparición de cáncer y por desgracia es muy común en la cosmética.
La diferencia entre un producto natural y otro artificial son infinitas. Unas de ellas son las alergias, irritaciones de piel, quemaduras, etc. Muchas personas eligen el producto artificial por ser menos caro. No nos decantemos por un producto por el hecho de ser más barato, hay que pensar también en el bienestar de nuestra piel.
Para conseguir que una mezcla cuaje para fines cosméticos, los siguientes componentes son imprescindibles:
- Emulgentes: sirven para unir la grasa y líquidos.
- Antioxidantes: impiden el deterioro del producto expuesto al aire.
- Bactericidas: desinfectan el medio para no formar hongos.
- Conservantes: logran que el producto se mantenga durante un largo tiempo.
- Gelificantes: proporcionan cremosidad y textura al producto.
Estos cinco componentes son los que hacen posibles un producto cosmético; si nos fijamos en cualquier crema que tengamos en casa veremos que contiene estos cinco mencionados.

Uno de los ingredientes muy utilizado y eficaz en la cosmética es el llamado alfa-bisabolol, que es un extracto vegetal que proviene del aceite esencial de la flor de manzanilla.
Principalmente es utilizado como calmante para pieles sensibles y como inflamatorio. Se ha demostrado que es correcto en los cosméticos por su buena compatibilidad con la piel. A él le acompañan también el azuleno y el camazuleno, también ingredientes presentes en la manzanilla y utilizados en la cosmética.
Un gran ejemplo de la importancia de la química en la cosmética es en el caso de la tinción de cabello. Durante el tiempo en que está en contacto el producto con el pelo están produciéndose reacciones químicas que son las responsables del cambio de color de pelo. Dependiendo de los compuestos que lleven los tintes, estos pueden dañar o mantener el cabello, ya que algunos están formados por amoniaco, peróxido de hidrogeno…
Que no falte decir que la piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y hay que cuidarlo adecuadamente. Para ello hay que saber ciertas cosas, como por ejemplo que tenemos un nivel de pH en la piel de un 5,5, es decir, sabiendo que de 0-7 es acido, 7 neutro, y de 7-14 alcalino, podemos decir que tiende a ser acido.
Para concluir, la química es una gran aliada de la cosmética. Gracias a ella ha podido haber grandes avances y mejoras en los productos. En cuanto a sanidad también: son menos nocivos y se está intentando reducir lo más posible cualquier aditivo y producto que no beneficie a nuestra piel. Actualmente estamos en una sociedad que más que nunca se preocupa por obtener productos naturales en vez de artificiales, gracias a los avances científicos y así poder informarse de los compuestos que llevan los productos, qué efectos tienen, etc.