La mayoría de fósiles de árboles solo conservan el tronco, no las copas de hojas. Pero unos investigadores han encontrado árboles fosilizados de la especie Sanfordiacaulis en New Brunswick, Canadá, a los que sí les ha quedado la copa, y esta resulta ser sorprendente. Las hojas son numerosas y enormemente largas alrededor de un tronco muy delgado.
Las formas que adoptan estos árboles de 350 millones de años (periodo Carbonífero) se parecen a las de un helecho o una palmera, aunque las palmeras no surgieron hasta 300 millones de años después. Sin embargo, las hojas funcionales de los helechos o las palmeras se agrupan en la parte superior y son relativamente pocas. En cambio, el Sanfordiacaulis tenía más de 250 hojas alrededor de su tronco, y cada hoja se extendía al menos 1,75 metros desde él, que es lo que miden las que han quedado fosilizadas. Pero se cree que en realidad tenían un metro más, lo que significa que el árbol, cuya forma sería parecida a una escobilla para limpiar biberones, tendría un denso dosel de hojas de unos 5,5 metros alrededor de un tronco. Este no era leñoso y tendría solo unos 16 centímetros de diámetro.

Los fósiles de varios ejemplares de este árbol se conservan porque resultaron enterrados a consecuencia de un terremoto. El primer árbol fósil fue desenterrado hace unos siete años, pero estaba incompleto. Pasaron varios años hasta que se encontraron otros cuatro ejemplares de la misma planta. Uno de ellos es el que ha permitido saber cómo eran los árboles de esta especie.
Los investigadores creen que este tipo de árboles tenía esa forma tan rara para maximizar la cantidad de luz que podía capturar.
Más información: Enigmatic fossil plants with three-dimensional, arborescent-growth architecture from the earliest Carboniferous of New Brunswick, Canada, Current Biology (2024). DOI: 10.1016/j.cub.2024.01.011. www.cell.com/current-biology/f … 0960-9822(24)00011-3
Fuente: https://phys.org/news/2024-02-rare-3d-fossils-early-trees.html.

