viernes, 19 diciembre 2025

Las enfermedades pudieron tardar en propagarse a América más de lo que se cree

Un químico de cine

Según la idea generalizada hasta ahora, cuando Cristóbal Colón navegó hacia las Américas en 1492, las enfermedades infecciosas como el sarampión, la gripey la viruela no tardaron en seguirlo. Sin embargo, la realidad histórica muestra que muchas infecciones tardaron décadas o incluso siglos en propagarse a través de los océanos. Un artículo de modelado matemático publicado en las Proceedings of the National Academy of Sciences revela por qué los patógenos tuvieron dificultades para cubrir distancias tan largas.

Desafíos de la propagación transoceánica

El estudio abordó una cuestión que ha intrigado a los investigadores durante décadas: ¿cómo es posible que patógenos llegaran al Nuevo Mundo y causaran consecuencias devastadoras si el viaje transatlántico requería una cadena ininterrumpida de infecciones desde el origen hasta el destino?

Para responder a esta pregunta, los investigadores modelaron cómo las enfermedades se propagaban en los barcos y la duración probable de una cadena de infección durante un viaje, teniendo en cuenta la transmisibilidad del virus, la duración del viaje y el número de personas a bordo.

Los resultados mostraron que los virus muy transmisibles infectan muy rápidamente a toda la tripulación de un barco, mientras que los virus menos transmisibles tienden a extinguirse. Los virus con una transmisibilidad intermedia son los que producen brotes más largos y son más propensos a llegar a la otra orilla. Otros factores determinantes incluyen el período de incubación de la enfermedad y cuánto tiempo las personas infectadas permanecen contagiosas. En general, encontraron que la viruela es más probable que sobreviva en un barco que el sarampión, y la gripe es la menos probable de sobrevivir a un largo viaje.

Ejemplos históricos

El equipo calculó que el viaje de 1492 de Colón en la Santa María, que duró 35 días y tenía 41 personas a bordo, habría tenido un 24 % de probabilidad de llevar el sarampión si hubiera partido con un caso a bordo. Lo mismo se aplica a la viruela, pero la gripe habría pasado rápidamente por la tripulación, haciendo improbable su introducción de esta manera. A medida que más barcos realizaron el viaje, los virus tendrían más oportunidades de cruzar el océano.

También utilizaron su modelo y un conjunto de datos de barcos que llegaron al puerto de San Francisco entre 1850 y 1852, durante la fiebre del oro de California, para estimar la probabilidad de que diferentes viajes introdujeran el sarampión, la viruela o la gripe. Por ejemplo, estimaron que si una persona estuviera infectada con gripe a bordo de un barco que que tardó 18 días en llevar a 420 pasajeros de Panamá a San Francisco, había un 0,1 % de probabilidad de que la gripe se introdujera en el destino. En contraste, el riesgo de introducción era del 66 % si una persona infecciosa abordara el barco para su viaje de 3 días con 74 pasajeros desde Oregón a San Francisco.

La introducción de los barcos de vapor, que redujeron drásticamente los tiempos de viaje y permitieron un mayor número de pasajeros, hizo que la propagación a larga distancia de virus fuera mucho más probable.

Críticas

Los investigadores concluyen que a menudo subestima el tiempo que lleva para que las enfermedades se propaguen por el mundo. Otros creen que los resultados no son sorprendentes y critican que el estudio tiene una visión parcial de la historia humana al sugerir implícitamente que la transmisión de enfermedades a larga distancia comenzó en 1492, cuando en realidad los barcos ya habían ayudado a propagar tuberculosis, malaria, lepra y la peste. Por otro lado, algunos críticos dicen que los autores los autores no han tenido buenos datos sobre un factor importante: la inmunidad. En el siglo XV, casi todos los adultos en Europa habrían estado expuestos al sarampión y la viruela, desarrollando inmunidad de por vida si no morían. En sus cálculos, los investigadores asumieron que el 5% de los pasajeros eran susceptibles a los virus, pero en realidad, es probable que hubiera grandes diferencias según el lugar y el momento.

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