Hasta ahora, la proteína más grande conocida era la titina, cuyo nombre IUPAC en inglés contiene 189819 letras (se tardarían más de tres horas en pronunciar su nombre químico). Su peso molecular es de 4,2 millones de daltones (4,2 MDa). Pues bien, se ha encontrado una proteína aún más pesada, la PKZILLA-1, de 4,7 MDa.
Una protein relacionada con esta es la PKZILLA-2, con un peso también considerable: 3,2 MDa. Ambas son enzimas y son responsables de la mayor parte del trabajo necesario para construir la famosa estructura de 90 carbonos de la toxina primnesina-1:
Durante las floraciones de las microalgas doradas Prymnesium parvum producen unas neurotoxinas llamadas genéricamente primnesinas que matan literalmente toneladas de peces. En 2022, la mitad de la población de peces del río Óder (Europa Central) murió debido a los venenos de la P. parvum.
Unos investigadores se preguntaron cómo producen estas algas las toxinas. Para averiguarlo emplearon una estrategia de anotación genética personalizada seguida de análisis de proteínas. Eso identificó dos genes especiales en P. parvum: PKZILLA-1 y PKZILLA-2.
SEgún los autores, «la esperanza es que podamos usar este conocimiento de cómo la naturaleza produce estos compuestos químicos complejos para abrir nuevas posibilidades químicas en el laboratorio para los medicamentos y materiales del mañana».
Fuente: DOI: 10.1126/science.ado3290
