Los organogeles son sistemas formados cuando una fase líquida orgánica (habitualmente aceites o disolventes orgánicos) es inmovilizada dentro de una red tridimensional formada por moléculas gelificantes. Estas moléculas crean una estructura que atrapa al líquido y lo convierte en una sustancia con propiedades semisólidas o gelatinosas. Los organogeles son una alternativa interesante en diversas aplicaciones, incluida la industria alimentaria, farmacéutica, cosmética y biomédica, porque permiten obtener una textura sólida a partir de aceites o disolventes sin modificar significativamente sus propiedades químicas.
Cómo se forman
Los gelificantes son moléculas pequeñas (denominadas geladores de bajo peso molecular) o polímeros que, en concentraciones adecuadas, forman una red tridimensional dentro del líquido. Esta red inmoviliza el líquido, transformándolo en un gel.
El proceso de formación de organogeles implica una serie de interacciones no covalentes, como interacciones de Van der Waals, enlaces de hidrógeno e interacciones hidrofóbicas.
Estas interacciones generan una red fibrosa en el solvente, que es lo suficientemente fuerte para atrapar el líquido y darle al sistema una consistencia gelificada.
Ejemplo
Un ejemplo típico de organogel utilizado en la industria alimentaria es el organogel formado por el aceite de girasol y monoglicéridos (es decir, un compuesto orgánico formado por una molécula de glicerol unida covalentemente a una cadena de ácidos grasos a través de un enlace éster). En este caso, el aceite de girasol (un triglicérido insaturado y líquido) forma la fase dispersa, y los monoglicéridos actúan como gelificantes. Estas moléculas tienen una estructura que permite la formación de una red tridimensional a través de interacciones no covalentes, atrapando al aceite.
En este organogel, la concentración de monoglicéridos es lo suficientemente alta como para estabilizar la estructura del gel y mantener una consistencia semisólida a temperatura ambiente, lo cual es útil en aplicaciones alimentarias (como sustitutos de grasas saturadas en productos untables o alimentos procesados).
Otros ejemplos
Un ejemplo químico más técnico podría ser el organogel formado por ácido oleico (C₁₈H₃₄O₂) y el gelador 12-hidroxiestearato de litio (C₁₈H₃₆O₃Li). En este sistema el ácido oleico es el componente orgánico líquido inmovilizado y el 12-hidroxiestearato de litio es el agente gelificante que forma una estructura fibrosa en la que se inmoviliza el ácido oleico, formando un gel semisólido.
Este tipo de organogeles puede encontrarse en productos cosméticos y farmacéuticos, como cremas o pomadas.
Aplicaciones y ventajas
Los organogeles son una alternativa atractiva a las grasas hidrogenadas o saturadas en la industria alimentaria, ya que permiten estructurar aceites líquidos sin necesidad de transformarlos químicamente. También se investigan en el campo farmacéutico como vehículos para la liberación controlada de fármacos, o en el campo cosmético por su capacidad para inmovilizar aceites y crear texturas agradables.

