viernes, 19 diciembre 2025

Un estudio revela una altísima mortalidad infantil en los Andes precolombinos

Los individuos enterrados en Chupacigarro (Perú) en el periodo formativo tardío (500–400 a. C.) padecieron muy duras condiciones de vida

Luiz Pezo-Lanfranco y su equipo han publicado un estudio en el International Journal of Osteoarchaeology sobre la mortalidad infantil en el Cementerio de la Quebrada Chupacigarro (CQC), un sitio arqueológico del periodo Formativo Tardío (500–400 a.C.) en los Andes Centrales. Los hallazgos sugieren que los individuos enterrados allí experimentaron procesos de salud-enfermedad relacionados con alta densidad poblacional, saneamiento deficiente y deficiencias nutricionales.

Durante esta época, los gobiernos teocráticos fueron abandonados en favor de administraciones seculares, con poblaciones que migraron a asentamientos fortificados en colinas. En este contexto, se utilizó el CQC, ubicado en la ladera del Cerro Mulato, junto al río Supe, en Perú. Descubierto en 2011, el cementerio contenía 67 enterramientos humanos, de los cuales 47 correspondían a niños menores de ocho años.

El estudio resalta la falta de investigaciones bioarqueológicas sobre infantes, debido a la fragilidad de sus esqueletos y diferencias en las prácticas funerarias. El análisis de los restos mostró marcadores óseos de anemia y otras afecciones, como cribra orbitalia, hiperostosis porótica, reacciones periósticas e hipoplasia lineal del esmalte, todas asociadas con infecciones, malnutrición y estrés crónico.

Los resultados indican que la anemia era endémica en el Perú prehistórico y sigue siéndolo hoy. Pezo-Lanfranco sugiere que los individuos que sobrevivieron hasta la edad adulta probablemente enfrentaron estas mismas adversidades pero lograron superarlas. Se estima que 85 % de los huesos de niños menores de ocho años presentaban signos de reacciones periósticas, y casi la mitad de los niños mayores tenía hipoplasia lineal del esmalte, evidenciando un contexto de inmunosupresión y estrés ambiental severo.

El estudio plantea que la malnutrición, la falta de saneamiento y la alta densidad poblacional fueron factores clave en la alta mortalidad infantil. Además, fenómenos climáticos como El Niño pudieron agravar la crisis al alterar el suministro de agua y alimentos. Se ha identificado la presencia de parásitos intestinales, sugiriendo que los habitantes consumían agua contaminada del río Supe o de manantiales inseguros.

Pezo-Lanfranco espera que investigaciones futuras ayuden a comprender si este patrón de morbilidad infantil era exclusivo de CQC o si se replicaba en otros períodos y poblaciones, incluyendo la civilización Caral y asentamientos de élite en los Andes.

Relacionados

Dejar un comentario

Descubre más desde TRIPLENLACE

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo