viernes, 19 abril 2024

Una nube pesa como 100 elefantes

Al azar

Cuando miramos las nubes y las vemos ahí arriba tan estáticas, tan algodonosas, tan “pequeñitas”, flotando sobre nuestras cabezas, podemos pensar que apenas pesan. Pero nada más lejos de la realidad. Una nube pesa cientos o miles de toneladas.

Los cálculos son sencillos. La densidad de una nube es de en torno a 0,5 gramos por metro cúbico. Supongamos que tiene forma esférica. El volumen de una esfera es 4/3πR3, siendo R el radio. Como los científicos estiman que un cúmulo estándar tiene aproximadamente un kilómetro de diámetro, si es cúbico eso significa un volumen aproximado de 525 millones de metros cúbicos y un peso es de unas 260 toneladas de agua. (Si el cúmulo es más bien cúbico y su arista es 1 kilómetro, su volumen sería de un kilómetro cúbico y el peso de 500 toneladas.

Nos preguntaremos entonces: ¿cómo puede flotar una entidad de tanto peso en el aire? Sencillamente por aplicación del principio de Arquímedes: el aire que desplaza la nube pesa más que ella. Es como un barco. El barco puede ser de acero y no hundirse simplemente porque desplaza un volumen de agua igual a su peso.

Dicho de otro modo, las nubes son caen del cielo porque descansan sobre una capa de aire que es lo suficientemente densa como para soportarlas.

Por otro lado, las nubes contienen diminutas gotas de agua e incluso pequeños cristales de hielo que se extienden sobre un gran espacio, quedando suspendidas. Pero si las pequeñas gotas se unen unas a otras formando gotas más grandes y más pesadas y densas que el aire circundante, entonces precipitan en forma de lluvia. Es decir, en cierto modo muchas nubes acaban cayendo a la tierra.

El cálculo que hemos hecho es para una nube de tamaño medio. Pero no todas las nubes tienen el mismo tamaño ni la misma densidad. Así, los cumulonimbos suelen ser más densos que los cirros de encaje. La densidad, por cierto, la calculan los meteorólogos mediante velocimetría Doppler láser. En cuanto al tamaño de la nube, se puede estimar conduciendo a velocidad constante un vehículo a través de su sombra cuando el sol está directamente en la vertical. Conociendo la velocidad y cuánto tiempo se tarda en cruzar la sombra se puede conocer la longitud de la sombra, que es la misma que la longitud de la nube al mediodía:

Las nubes cirros son más pequeños y menos densos que el tamaño estándar que hemos considerado, por lo que pesan menos que los cúmulos.

Para establecer comparaciones, nuestra nube de referencia pesaría más o menos como

  • un avión de pasajeros Airbus A380 
  • o 3 ballenas azules 
  • o 100 elefantes 
  • o 40 autobuses escolares 
  • o una vieja locomotora de vapor…

Como curiosidad, la temperatura de la nube no es igual que la del aire que la rodea. En la nube sucede un proceso dinámico de evaporación y condensación del agua, cambios de estado que significan que se absorba y liberen energía, cambiando la temperatura dentro de una nube. A veces, el aire alrededor de una nube se calienta lo suficiente como para que pueda absorber una nube. La nube se convierte en vapor de agua disperso en el aire y se encoge o desaparece. Otras veces, las nubes se vuelven demasiado pesadas para permanecer en el aire. Pueden hundirse hacia el suelo o liberar precipitaciones en forma de lluvia o nieve.

Fuente: sciencenotes.org/how-much-does-a-cloud-weigh. 
Imagen: generada por DALL·E

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