lunes, 2 octubre 2023

El radiocarbono aumentó entre 2 y 3 siglos la edad de la enigmática torre medieval de Vallferosa

Al azar

En la construcción de muchos edificios antiguos se empleaba madera. La madera contiene carbón. Aproximadamente, de cada billón de átomos de carbono de la madera uno es radiactivo; corresponde a la variedad isotópica conocida como carbono-14 (14C). El carbono radiactivo de la madera viva se está desintegrando lentamente en carbono-12, que es estable. Pero como los árboles incorporan continua y rápidamente carbono del CO2 de la atmósfera, donde la proporción entre carbono-14 y carbono-12 es constante, en la práctica esta proporción también es constante mientras el árbol esté vivo. Pero desde el momento en que el árbol muere (desde que es talado para convertirlo en madera útil) la proporción de 14C empieza a disminuir inexorablemente. La velocidad de desintegración del 14C se conoce perfectamente.

Estos fenómenos son el fundamento de un efectivo método de datación llamado del radiocarbono. Todo lo que hay que hacer para conocer la edad de una madera antigua es medir (por espectrometría de masas) qué proporción de 14C le queda y hacer algunos cálculos con una fórmula en la que interviene la velocidad de desintegración.  

Desarrollo en el plano de la torre troncocónica de Vallferosa (Servei de Patrimoni Arquitectònic de la Generalitat de Catalunya – Global Geomática),

La extraña torre de Valleferosa

Existe en la provincia de Lérida, en el término municipal de Torá, una enorme y extraña torre cilíndrica cuya construcción siempre se ha admitido que se inició a finales del siglo X, con el añadido de un forro exterior trasdosado pocos años más tarde y posteriores reformas hasta el siglo XIV. Reforzaba esta suposición el hecho de que el primer documento conocido en el que se menciona la torre es de mediados del siglo XI. Sin embargo, hace pocos años se hicieron dataciones por radiocarbono de algunas muestras de madera de la construcción y los resultados dieron una sorpresa mayúscula: las muestras de madera son de los siglos VIII y IX.

Joan Menchon Bes, gran especialista en la torre de Vallferosa, en su artículo Dos torres y un relato histórico en revisión: Santa Perpètua de Gaià (Tarragona) y Vallferosa (Lleida), describe muy bien esta espectacular construcción medieval.

Estructura de madera construida modernamente para poder acceder a la torre de Vallferosa, cuya puerta está a 10 m de altura (foto somsegarra.cat).

Además de por su ubicación, la torre de Valleferosa es “rara” por sus espectaculares características constructivas. La puerta de entrada está a unos 10 m de altura, por lo que para acceder se necesita una escalera, como se ve en la imagen sobre estas líneas. De forma aproximadamente troncocónica, el edificio se levanta sobre la roca hasta la respetable altura de casi 31 metros. Tiene 12 metros de diámetro en la base y casi 10 en la parte superior. Ahí son muy llamativos unos elementos defensivos distribuidos en dos hileras.

En sección, la torre está conformada por dos anillas concéntricas; es como si existieran dos torres, una dentro de otra, a la manera de las muñecas matrioscas rusas. Menchon defiende que esta estructura no tiene por qué indicar que la torre se construyera en dos etapas, como se ha venido aceptando hasta ahora, sino precisamente todo lo contrario, siendo el doble muro un recurso constructivo para erigir la torre en una única fase y sin la ayuda de andamios. Que no se utilizaron andamios se deduce de que no se aprecian marcas de mechinales ni de encofrados. Por otro lado, el hecho de que los morteros de cal de los dos muros tengan la misma naturaleza (los análisis detectaron materia orgánica junto con oxalato de calcio) y de que ambos muros tengan iguales características constructivas sería indicativo de que la construcción se hizo elevando sincrónicamente ambos muros. Primero se elevaría un tramo del interior y, mientras fraguaba el mortero, se elevaría un tramo del exterior. Después, un nuevo tramo del interior, etc. Esta técnica permitiría que los muros sirvieran de andamios. Sustenta esta hipótesis el hecho de que a cierta altura existe la impronta de una viga que atravesaría ambos muros.

Entrada a la torre, vista desde fuera (izqda.) y desde dentro (J. Menchon: “Dos torres y un relato histórico en revisión…”).

La cronología

(J. Menchon)

En el citado artículo de Menchon (referenciado al final de este texto) aparece una tabla muy elocuente que resume las dataciones hechas a muestras de madera de la torre de Vallferosa. (En la imagen se ven algunas de las maderas que aún se conservan). Adaptamos la tabla, simplificándola ligeramente, y la trasladamos aquí. Puede comprobarse que varias de las muestras de maderas usadas en la construcción son de los siglos VIII y IX. Algunas son muy posteriores, pero esto se debe a que la torre fue sometida a variadas reformas hasta el siglo XIV, según lo acreditan evidencias arquitectónicas y documentos.

(J. Menchon: “Dos torres y un relato histórico en revisión…”).
Buhedera o chimenea entre los muros interior y exterior, construida sobre el acceso a la torre (J. Menchon: “Dos torres y un relato histórico en revisión…”).

Interpretación

Joan Menchon explica que la datación por radiocarbono obliga a una reinterpretación del significado histórico de la torre.

Según este estudioso, tradicionalmente ha existido un consenso académico que postula que la torre data de la época de la expansión hacia el sur de los condados catalanes y la consiguiente fortificación de sus fronteras meridionales mediante mallas de castillos y torres de control enfrentadas a otras edificaciones militares de este tipo levantadas por el poder emiral, califal o taifa.

Sin embargo, las evidencias aportadas por el radiocarbono han dado más fuerza probatoria a hechos que no cuadraban con la anterior explicación y que quizá habían sido apriorísticamente minusvalorados. Por ejemplo, a pesar de que los castillos fronterizos se construían en lo más alto de cumbes de dominaban el territorio, con intervisibilidad e incluso interaudibilidad entre ellos, la torre de Vallferosa se halla en una vaguada. Por eso, su ubicación quizá esté más ligada a la existencia de alguna vía de comunicación de las que propiciaban la trashumancia o el comercio entre el Pirineo y el interior de Cataluña con la costa mediterránea (de hecho, la torre se eleva sobre una cresta del curso fluvial del barranco de los Quadros).

Esta fotografía permite comprobar que la torre de Valleferosa no se erigió en una cumbre, sino en una vaguada (en la margen derecha del barraco de los Quadros). (J. Menchon: “Dos torres y un relato histórico en revisión…”).

Por eso, más bien habría que pensar que la torre tendría una función de dominar las vías de comunicación y ejercer un control fiscal, y eso probablemente mucho antes del establecimiento de un frontera entre los condados catalanes y el Califato de Córdoba. De hecho, la torre podría ser incluso anterior a la conquista arabobereber.

A propósito del posible significado histórico de la torre de Vallferosa (y también de la de Santa Perpètua de Gaià) Joan Menchon reflexiona de este modo:

Sus dimensiones extraordinarias nos hablan de escenografía del poder, de querer ser vistas, de dominio de un territorio, probablemente de puntos de peaje y control fiscal de tradición previa o inmediata a la conquista islámica, con continuidad en el tiempo. Nos habremos de preguntar qué agentes las construyeron y sobre el abanico de posibilidades se abre: las aristocracias hispanorromanas que después pactan con el Islam o con los carolingios, grupos tribales procedentes de la Península Arábiga o del norte de África, influencias norpirenaicas…, o los poderes locales herederos del mundo antiguo capaces de generar recursos para construir, mantener, dotar estas torres y controlar estos puntos de paso, hasta la implantación del feudalismo.

“Dos torres y un relato histórico en revisión…”

Otros atractivos del lugar

Vallferosa es una entidad de población dependiente de Torá. Se trata de un diseminado en masías y algunas edificaciones singulares como la iglesia de Sant Pere, construida en el siglo XVII al lado de la torre medieval y actualmente en estado ruinoso, ya que se le ha hundido la techumbre, si bien el campanario aparentemente no está en muy mal estado.

La torre de Vallferosa y, ante ella, la iglesia de Sant Pere.
La torre de Vallferosa vista a través de un ventanal de la iglesia de Sant Pere.
Campanario de la iglesia de Sant Pere.

Además de la torre y la iglesia, en el lugar quedan las ruinas de algunas casa.

Cómo visitar el sitio

Al pie de la torre de Vallferosa no se puede llegar directamente en coche (afortunadamente), a menos que se posea un permiso especial del Ayuntamiento de Torá y se disponga de la llave de un candado que cierra el paso por el camino de acceso. Pero desde donde se puede dejar el coche hasta la torre hay un agradable y muy cómodo paseo que no llegará ni a 1,5 km y que nos permitirá disfrutar de la naturaleza mientras nos acercamos al monumento.

Las siguientes imágenes permite entender cómo llegar. Hay que tomar la carretera LV-3005 de Torá a Solsona y tomar la salida marcada como “Vallferosa” (está aproximadamente en el kilómetro 9). A poca distancia surge a la izquierda el camino que lleva a la torre, y el coche se puede dejar al principio de dicho camino.  


Referencias

  • Joan Menchon Bes. “Dos torres y un relato histórico en revisión: Santa Perpètua de Gaià (Tarragona) y Vallferosa (Lleida)”. Treballs d’Arqueologia, 2018, 22, 107-134. DOI: doi.org/10.5565/rev/tda.81.
  • Joan Menchon, Carme Subiranas, Mariona Valldepérez, Josep Blasco, Pilar Giráldez, Màrius Vendrell, Joan S. Mestres, Roger Sala, Helena Ortiz-Quintana, Josep Esteve, Lurdes Verdés. “La torre de Vallferosa (Torà, La Segarra, segles viii-ix). Primer balanç dels estudis d’una construcció singular”. En Estudis sobre ceràmica i arqueologia de l’arquitectura – Homenatge al Dr. Alberto López Mullor. Barcelona 2020: 487-499. ISBN 978-84-9156-273-3.
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