viernes, 19 diciembre 2025

Imágenes muy detalladas revelan nuevos misterios de la corona solar

Gotas de plasma caliente del tamaño de ciudades se enfrían, se condensan y caen nuevamente hacia la superficie solar,

Al azar

Durante un eclipse solar total de 2024, los astrónomos aprovecharon una oportunidad poco común para estudiar la capa más externa de la atmósfera del Sol, conocida como la corona solar. Esta región, normalmente invisible a simple vista, ha sido por décadas un enigma para la ciencia. Uno de los mayores misterios sigue siendo por qué la corona es muchísimo más caliente que la superficie solar. Además, desde esta zona se expulsan violentamente enormes volúmenes de plasma, capaces de perturbar el campo magnético terrestre y causar estragos en las redes eléctricas de nuestro planeta.

Observar la corona desde la Tierra es un reto. Aunque los telescopios permiten visualizarla en ciertos momentos, la turbulencia atmosférica distorsiona las imágenes, haciendo casi imposible captar detalles finos. Sin embargo, un reciente avance tecnológico ha cambiado el panorama.

Un estudio publicado en Nature Astronomy presenta las imágenes más nítidas hasta la fecha de la atmósfera solar, gracias a un sistema de óptica adaptativa instalado en el Observatorio Solar Big Bear (BBSO). Este sistema corrige las distorsiones provocadas por la atmósfera terrestre, similar a cómo un teléfono inteligente estabiliza una imagen borrosa. La tecnología funciona como “un sistema de autofoco y estabilización óptica superpotenciado, pero corrigiendo los errores causados por la atmósfera, no por las manos temblorosas del usuario”.

Los nuevos videos del BBSO revelan un espectáculo fascinante. La superficie solar se asemeja a una alfombra rosada y desordenada, con estructuras efímeras llamadas espículas, que son chorros cortos de plasma que brotan continuamente. En una secuencia en cámara rápida, se observan proeminencias solares, enormes arcos de plasma que emergen del Sol y que parecen bailar al compás del campo magnético solar. En otra grabación, los científicos registraron la rápida formación y desaparición de un flujo extraño de plasma, al que llamaron “plasmoide”.

Uno de los fenómenos más impactantes observados fue la lluvia coronal. En este proceso, gotas de plasma caliente del tamaño de ciudades se enfrían, se condensan y caen nuevamente hacia la superficie solar, guiadas por las líneas del campo magnético. A diferencia de la lluvia terrestre que cae en línea recta, estas hebras de plasma se arquean de manera espectacular, formando estructuras de menos de 20 kilómetros de ancho, más delgadas en proporción que un cabello humano comparado con el tamaño de un elefante africano.

Algunas de estas ondulaciones de plasma podrían ser señales de reconexión magnética, un fenómeno en el que las líneas del campo magnético se reorganizan liberando enormes cantidades de energía—una posible explicación de la temperatura extrema de la corona. Sin embargo, no todo tiene respuesta. En las imágenes aparece una estela de plasma que cambia su forma hasta convertirse en burbujas, dejando a los investigadores perplejos.

Los autores del estudio dicen que no tienen todavía explicaciones definitivas de algunos de estos fenómenos y creen que podrían estar ante cosas completamente nuevas.

Este avance no solo representa un hito técnico, sino que también abre una nueva ventana para entender el comportamiento extremo del Sol, con implicaciones directas para la Tierra y la predicción del clima espacial. El Sol, con su corona ardiente y caótica, aún guarda muchos secretos por descubrir.

FuenteScience

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