viernes, 19 diciembre 2025

Un análisis de isótopos de plomo reescribe la historia de un simbólico objeto de plata holandés

En 1628, el almirante holandés Piet Heyn logró una de las hazañas más célebres de la historia naval de los Países Bajos: capturar la flota del tesoro española, que regresaba de América cargada con plata, oro, perlas, especias y pigmentos exóticos. El valor del botín fue astronómico: unos 11,5 millones de florines, equivalentes a más de 56 mil millones de euros actuales. Este episodio marcó un hito tanto militar como económico para la joven República Holandesa, en guerra con el imperio español.

Parte de ese tesoro, según la tradición, fue utilizado para fabricar una lujosa jarra de plata y una palangana que hoy se exhiben en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Durante siglos, se creyó que ambas piezas formaban un conjunto auténtico forjado con la plata capturada en esa famosa expedición. Pero, ¿es esto realmente cierto?

Un estudio reciente liderado por la historiadora Joosje van Bennekom, publicado en el Journal of Cultural Heritage, desmonta esta interpretación. Su equipo empleó análisis de isótopos de plomo para rastrear el origen de la plata utilizada en ambas piezas, y los resultados fueron reveladores.

La jarra sí parece tener una conexión directa con la flota del tesoro. En su base aparece una inscripción que deja poco lugar a dudas: «Esta jarra proviene de la flota de plata conquistada por el señor Teniente Almirante Pieter Pietersz Heyn, el 16 de septiembre de 1628». Además, cuenta con marcas que identifican al orfebre Francisco Enríquez, y un sello característico —una «o» minúscula y una «M» mayúscula entre dos columnas de Hércules— que sitúa su fabricación entre 1606 y 1628. El análisis isotópico confirmó que la jarra fue elaborada con plata mexicana, una de las principales fuentes de riqueza para el imperio español en esa época.

La palangana, en cambio, plantea más dudas. Aunque durante el siglo XIX comenzó a circular la idea de que formaba parte del mismo conjunto, la pieza no aparece en ningún documento antes de 1808. Su inscripción alude a la Cámara del Maze, una de las sedes de la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales (WIC), y lleva una marca que remite a La Haya. El análisis de su composición reveló que no está hecha con plata exclusivamente americana, sino que contiene una mezcla de metales europeos y americanos.

Esto sugiere que la palangana fue probablemente una creación posterior, diseñada para rendir homenaje a Heyn y reforzar un relato nacionalista en pleno auge del siglo XIX. Como explica Van Bennekom, «la leyenda del conjunto de plata se consolidó cuando las nacientes naciones modernas buscaban símbolos históricos comunes para cimentar su identidad».

El estudio también pone de relieve cómo, en la historia de la orfebrería neerlandesa, era común el reciclaje y mezcla de plata de diferentes orígenes. Aún hoy, esta práctica continúa. Este objeto de plata, por tanto, no solo es testigo de su tiempo, sino también del tránsito global de metales preciosos, del saqueo colonial, de la piratería y de los relatos que los rodean.


Referencia

Joosje van Bennekom et al., Historical narratives: Was Dutch admiral Piet Heyn’s silver basin made from »treasure fleet» silver?, Journal of Cultural Heritage (2025). DOI: 10.1016/j.culher.2025.05.002

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