El material de construcción que llamamos adobe es un material compuesto por excelencia. Se trata de una mezcla de arcilla y arena a la que se le añaden a modo de armadura paja, crin de caballo u otras fibras. En la figura 9.36-izqda. se ilustra la labor de preparación de un adobe. A la pasta se le da forma de ladrillo pero no se cuece, sino que se deja secar al aire. La humanidad viene usando el adobe desde hace miles de años y actualmente lo sigue empleando, como se ve en la figura 9.36-dcha., si bien se ha perfeccionado la composición de este barro para tratar de evitar sus inconvenientes como la absorción de humedad del suelo (este problema se puede paliar con una cimentación hidrófuga).
Otro elemento constructivo tradicional, pero más efímero, es el de los sacos terreros. Como su nombre indica, consisten simplemente en sacos llenos de tierra con los que se pueden levantar diques, parapetos o trincheras. El material de relleno ideal es un suelo húmedo que contenga suficiente arcilla como para volverse cohesivo cuando se apisona, pero son válidos otros, como la roca volcánica triturada (piedra pómez, por ejemplo), la grava o incluso cáscaras de arroz.
Basándose en el adobe y en los sacos terreros el arquitecto iraní Nader Khalili ideó hace unos años una tecnología constructiva a la que se le ha dado el nombre de superadobe, si bien más propiamente el superadobe es el elemento constructivo: un saco terrero relleno del material adecuado y provisto de un sistema de sujeción entre sacos. Khalil propuso su método a la NASA en 1984 para diseñar viviendas en la Luna o Marte. Se utilizarían tubos de plástico provistos de cintas de velcro en sus caras para adherirlos entre sí; estos tubos se rellenarían de polvo lunar. Basándose en esta idea, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), bajo la dirección de Khalil, impulsaron la construcción de 14 refugios para personas desplazadas en Irán con motivo de la Guerra del Golfo Pérsico. Cada vivienda fue erigida por un equipo de seis refugiados que tardaron entre 7 y 11 días y el coste fue de 625 euros[3]. En la imagen 9.37-izqda. se muestran estas edificaciones de emergencia.

La técnica se pensó para aplicarla en condiciones de emergencia en lugares donde se carecía de otros elementos constructivos naturales como la madera. Se puede adaptar según el tipo de suelo de la zona. También los sacos pueden ser muy variados, tanto en constitución como en forma. Típicamente se emplea polipropileno entretejido (o rafia de polipropileno, material que se usa habitualmente en costales de agricultura y albañilería). Lo mejor es que las bolsas tengan forma de tubos que se rellenan con tierra, arena o arcilla y, opcionalmente, con una pequeña cantidad de un estabilizador de fácil obtención como cal o cemento. Los tubos se disponen de forma circular y se apilan uno encima de otro de modo que los círculos sean cada vez más pequeños y se puede crear una estructura abovedada (figura 9.37-dcha.). Entre cada hilada se coloca alambre de púas para evitar que los tubos se deslicen, dando a la estructura una resistencia a la tracción que se suma a la resistencia a la compresión ejercida por la tierra. Si se carece de alambre de púas, cabe atar los sacos entre sí.
Cuando la estructura está completa, se puede estucar con yeso o con mortero de tierra local mezclada con cal para aumentar la resistencia a la humedad y la radiación ultravioleta (como se ha hecho en las viviendas de la figura 9.37-izqda.). También cabe emplear cemento o betún. Las ventanas y puertas se pueden realizar con dinteles o arcos. Si se trabaja con sacos, estos se disponen en hiladas de modo que la parte central de un saco quede sobre la unión de los dos de abajo y los dos de arriba. Para abovedar la habitación se van inclinando gradualmente las paredes hacia adentro valiéndose de encofrados. Los sacos o tubos pueden ser de otros materiales, como arpillera, cáñamo o yute, si bien tienen tendencia a pudrirse. Como rellenos alternativos se han usado grava, roca volcánica triturada e incluso cáscara de arroz. La cimentación se puede hacer cavando una zanja en la que es conveniente que al menos se introduzcan dos hiladas. Lógicamente, si se dispone de mejores medios para cimentar (como crear una losa o una zapata de hormigón armado), deberían aplicarse, al menos en zonas sísmicas[5].
Una variante de la técnica la ideó el ingeniero brasileño Fernando Pacheco y la llamó hiperadobe. La diferencia está en usar mallas poliméricas como las de los sacos que se emplean para contener verduras, cuyos orificios permiten que el material con el que se rellenan se fusione entre hiladas, por lo que no se necesita alambre de púas[6].
Nader Khalili ha pasado gran parte de su vida profesional ideando sistemas para construir viviendas de emergencia con tierra local. Otro de sus experimentos ha sido crear casas de cerámica impermeables prendiendo fuego a las estructuras de tierra previamente construidas, de manera similar a como se elabora un objeto de cerámica a partir de barro en un horno. Pero es la tecnología del superadobe la que este arquitecto ha desarrollado más plenamente. Incluso ha fundado una compañía que se dedica a construir verdaderas maravillas con esta técnica, como la vivienda de la figura 9.38-izqda.

Diversos autores han hecho estudios sobre materiales propios de determinados entornos para comprobar si son aptos para la técnica del superadobe. Por ejemplo, se ha probado con marga (es decir, una mezcla sedimentaria de calcita con arcilla), que es un material que habitualmente se usaba en Centroeuropa para construir las llamadas casas de tierra apisonada. Las paredes de estas casas se levantaban con ayuda de encofrados de madera en los que se vertía tierra que se iba apisonando; una vez que se retiraban los paneles de madera quedaba formado un tapial o muro de tierra compactada. La marga tiene una composición variable, por lo que no se conoce a priori cómo se va a comportar cada marga particular como material de construcción. Además, tiene el inconveniente de que es poco resistente al agua y su volumen se reduce significativamente al secarse. Pero también aporta buenas ventajas, como que regula la humedad del aire interior; se puede preparar muy fácilmente como material de construcción, pues basta triturarla e hidratarla; su coste es mínimo y es compatible con la madera, evitando sus plagas; puede acumular calor y absorber sustancias nocivas del aire y filtrar radiaciones de alta frecuencia como las de los teléfonos[9]. Pues bien, se ha probado con buenos resultados el uso de marga en la construcción de viviendas con la tecnología del superadobe. Para ello se emplearon sacos de patatas rellenos con un material que contiene un 80% de suelo margoso del lugar, arcilla (10%) y cemento (10%), y además se adicionó paja como armadura. Entre las hiladas de sacos se dispusieron alambres de púas. Se construyó así una casa de planta redonda, con paredes de 50 cm, rematadas por una cúpula con claraboya para proporcionar iluminación. La cimentación se hizo con las tres primeras capas de sacos, que quedaron bajo tierra. Durante la construcción se colocaron provisionalmente marcos de madera que fueron sustituidos por ventanas y puertas. La vivienda cuenta con una estufa de barro, por lo que también se construyó una chimenea. Se comprobó que para que se obtengan buenos resultados la marga utilizada tiene que ser coherente, es decir, formada de partículas con un elevado grado de cohesión. Se debe humedecer y moler y es recomendable que se deje que los sacos de material preparados se congelen durante el invierno[10].
[1] Imagen: Mezcla de adobe.jpg. Wikimedia Commons. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:Mezcla_de_adobe.jpg&oldid=458698135.
[2] Imagen: Renedo de Valdavia 01.jpg. Wikimedia Commons. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:Renedo_de_Valdavia_01.JPG&oldid=444769946.
[3] Relief initiatives. CalEarth. https://www.calearth.org/relief-initiatives.
[4] Imagen: Relief initiatives. CalEarth, op. cit.
[5] Earthbag construction. Wikipedia. https://en.wikipedia.org/wiki/Earthbag_construction.
[6] Hyperadobe Step-by-Step. EarthbagBuilding. https://www.earthbagbuilding.com/articles/hyperadobe.htm.
[7] CalEarth Superadobe Structures. CalEarth. https://www.calearth.org/tour.
[8] Urban Development on Hormuz Island, Iran. CalEarth. https://www.calearth.org/blog/2020/12/6/urban-development-in-hormuz-island-iran.
[9] B. Kovářová. Adv. Mat. Res. 649 (2013) 227-230. https://doi.org/10.4028/www.scientific.net/AMR.649.227.
[10] B. Kovářová (op. cit.).
Este texto pertenece al libro:
Carlos Romero Muñiz, José M.ª Gavira Vallejo: Noventa materiales de ingeniería para la enseñanza de Física y Química. Triplenlace.com, 2025. https://triplenlace.com/aula-libros/90mi/ .


