Carolina Marques Gomes da Silva »
La química está presente en nuestro día a día, raramente al acudir a un centro hospitalario no nos paramos a pensar que la gran mayoría del material que se pone en contacto con los pacientes ha pasado por un proceso físico o químico para destruir toda forma de vida microbiana antes de su utilización. Dentro de los procesos químicos encontramos las estufas de esterilización de óxido de etileno.
Las propiedades del óxido de etileno se descubrieron en 1928 y se le ha empleado primeramente como fumigante. Durante la Segunda Guerra Mundial ha pasado por pruebas como descontaminante biológico de los materiales de guerra. Solo 1962 se empleó para el material médico.
El óxido de etileno (C₂H₄O) es un gas incoloro, con un fuerte olor y soluble en agua. Se vende en botellas metálicas o cartuchos que se vaporizan, cambian de líquido a gas a 10 oC. Es bactericida, esporicida, viricida, con gran poder de penetración, efectivo a bajas temperaturas y penetra en sustancias porosas. Actúa destruyendo las moléculas nucleófilas, que son esenciales para la reproducción de las células de los microorganismos.
Se utiliza para esterilizar material termo sensible descartable de plástico, artículos de goma, acero inoxidable, equipos electrónicos, válvulas implantables, instrumental médico delicado e incluso algunos medicamentos solidos de la industria farmacéutica.
A pesar de los beneficios que tiene como agente esterilizante, el óxido de etileno es muy peligroso por ser altamente inflamable, explosivo y además cancerígeno. El personal sanitario que le manipula debe estar formado y las medidas de seguridad deben ser altas. Debido a estos inconvenientes, existen actualmente alternativas químicas más modernas y menos agresivas como el esterilizador de plasma que utiliza el peróxido de hidrogeno (agua oxigenada) como agente esterilizante.
Plasma de peróxido de hidrógeno
La esterilización química consiste en hacer que los microorganismos pierdan la viabilidad con diversos tipos de productos químicos como óxido de etileno, aldehídos, formaldehido y diversos agentes específicos. Uno de los grandes inconvenientes de la esterilización química es el manejo y aplicación de los agentes esterilizantes, debido que son tóxicos, irritantes y algunas veces cancerígenos.
Buscando alcanzar una solución para estos inconvenientes y gracias los avances en la Química y la Física, actualmente existe en el mercado una alternativa llamada “nueva generación” el esterilizador por plasma de peróxido de hidrogeno.
El peróxido de hidrogeno (H₂O₂), conocido también como agua oxigenada, es una substancia transparente, incolora y de apariencia similar al agua. Tiene un olor acre, no es inflamable y ofrece la inactivación de los microorganismos cuando se utiliza el vapor en fase plasma. Produce una reacción de oxidación de las superficies, de manera que se destruye a la membrana que rodea las esporas. Como el óxido de etileno es especialmente apropiado para instrumentos sensibles al calor, con la ventaja de no dejar residuos tóxicos en el material esterilizado.
El plasma es conocido como el cuarto estado de la materia, después de los estados sólido, líquido y gas. Es un gas cargado de conjunto de iones, electrones y partículas atómicas neutras creados por un campo eléctrico o magnético. Un ejemplo de plasma en forma natural es la aurora boreal o las luces de neón.
Está claro que el agua oxigenada es algo que encontramos normalmente en el botiquín de casa, así como muchos productos químicos que son esenciales para nuestro día a día, estamos rodeados por la Química y sus beneficios. Pero en el método de esterilización que estamos comentando este peróxido de hidrógeno es convertido en plasma.
Bibliografía
- Manual de esterilización para centros de salud. Acosta-Gnass, Silvia; de Andrade Stempliuk, Valeska. Organización Panamericana de la Salud, edición 2008.
- Técnicas de descontaminación. Vicente Garcia, José Carlos; Garcia Garcia Saavedra, Ma José. Editorial Paraninfo, 2003
- TCAE en el servicio de esterilización. Cañestro Márquez, Francisco; Martínez López, José Félix. Editorial Vértice. Edición 2009