lunes, 2 octubre 2023

El elemento 48, cadmio

Al azar

[Los venenos del “sudeste”
de la tabla periódica / 1]


Mercedes Iriarte Cela »

Cd, este inocente símbolo químico esconde tras de sí un reguero venenoso. Se sitúa cerca de los “chicos malos” de la tabla periódica, encima del mercurio y a la derecha de este el talio, el plomo y el polonio. Parece que se hayan contagiado entre ellos de un hálito mortal. El más ligero de todos ellos es el cadmio.

cadmio elemento 48 triplenlace.com

Hoy en día el cadmio tiene múltiples aplicaciones en baterías y ordenadores; sin embargo a principios del siglo XX no se conocía su utilidad y se desechaba. El cadmio se presenta en la corteza terrestre junto con el cinc, elemento este de vital importancia durante la primera guerra mundial cuya demanda aumentó considerablemente en la segunda década del siglo XX. En esa época, una mina japonesa, la mina Kamioka, extraía metales mezclados de cinc y cadmio que convenientemente purificaba para obtener cinc. El método de purificación consistía en tostar el cinc extraído y lavarlo con ácido para arrastrar el cadmio. En ese momento las normas imponían que las aguas residuales se vertieran en los ríos o sobre la tierra, filtrándose así en las aguas freáticas.

image.png

En 1912 los médicos de la zona observaron atónitos cómo algunos arroceros morían a causa de nuevas enfermedades que consumían al paciente entre horribles dolores en las articulaciones y en la médula ósea. Les fallaban los riñones y los huesos se volvían frágiles hasta el punto de romperse en el quehacer diario. Con tan solo tomarle el pulso a una niña un médico le había roto la muñeca. Entre 1930 y 1940 la incidencia de esta extraña enfermedad en la población había aumentado exponencialmente. La enfermedad se conocía entre los lugareños como itai-itai o “ay-ay” por los alaridos que se oían en casa de los dolientes.

image.pngEn 1946 un médico local, Noboru Hagino, se empleó en estudiar esa enfermedad. Elaboró mapas epidemiológicos e hidrológicos y constató que ambos mapas se superponían como un calco. Descubrió entonces que el arroz, regado con esas aguas contaminadas, absorbía el cadmio. El arroz constituía la dieta primordial de los campesinos de esa zona; prácticamente no se alimentaban de nada más y esas dos circunstancias empeoraban las cosas.

El cadmio no sólo se une al cinc en los minerales terrestres sino que también interfiere con él en el cuerpo humano, desplazándolo. Pero también puede desplazar al azufre y al calcio; el problema estriba en que no es capaz de desarrollar todas las funciones biológicas que los elementos originarios aportan al cuerpo humano, dando lugar a unos órganos y unos huesos atrofiados y pobres. Y dado que la población japonesa de esa región no tenía una alimentación variada, la carencia de ciertos nutrientes agudizaban el efecto del cadmio ya que las células lo hacían suyo con mayor rapidez. Por si todo esto fuera poco, el cadmio no se puede eliminar del cuerpo una vez que se ha instalado en huesos y órganos.

image.png

En 1961 se publicaron los resultados. La compañía minera Minería y Fundición Mitsui declinó toda responsabilidad alegando que habían comprado la compañía que produjo los daños. Intentaron desacreditar a Hagino creando un comité local y excluyéndole; sin embargo él continuó investigando en otra región, en Nagasaki, con los mismos resultados. Finalmente un comité sanitario del gobierno nacional se rindió a la evidencia sentenciando que la causa de itai-itai era la ingesta de cadmio. En 1972 la compañía minera inició el pago de indemnizaciones a los 178 supervivientes del elemento 48, el cadmio.

image.png


Bibliografía

La cuchara menguante y otros relatos veraces de locura, amor y la historia del mundo a partir de la tabla periódica de los elementos. Sam Kean. 3ª edición. Ed. Planeta. 2012.


Los venenos del “sudeste” de la Tabla Periódica:

  1. Elemento 48, cadmio
  2. Elemento 81, talio
  3. Elemento 80, mercurio
  4. Elemento 84, polonio
- Publicidad -

Relacionados

Dejar un comentario

- Publicidad -

Últimos artículos