Hace unas semanas quedé a comer con un amigo. El pobre llegó un poco tarde y con aspecto dolorido. No me extraña, se había pasado la noche intentando expulsar una piedra que le recorría el tracto urinario. Por fin, después de unas cuantas horas, la piedra vio la luz. No era la primera con la que había tenido que lidiar y farfullaba pensando qué alimentos debería dejar de comer y qué otros debería empezar a tomar para reducir la producción de piedras en el riñón.
Estaba convencido de que la susodicha era de ácido úrico pues algunas anteriores lo habían sido y había tomado la determinación de eliminar las carnes y aumentar los carbohidratos. Pero para ser rigurosos, no lo sabía con certeza pues nadie le había hecho aún un análisis. “Tráemela” le dije, “trabajo con una técnica que nos permitirá salir de dudas”. Sacó entonces un trozo de papel de aluminio del bolsillo en cuyo interior reposaba esta obra de arte.
El aspecto era lacerantemente puntiagudo, de color marrón claro, con forma de rosa del desierto. “Me parece a mí”.-le dije- “que tu piedra va a ser de oxalato cálcico“. El oxalato cálcico es un producto biológico que tiene las características de un mineral por su cristalización y por su gran dureza. Lo producen muchos seres vivos tales como algunos hongos o líquenes, vegetales y por supuesto los seres humanos.
La micro-espectroscopía Raman por su particular delicadeza con las muestras (no necesitan tratamiento previo y es una técnica no-destructiva) y la información molecular que ofrece, permitió averiguar en poco tiempo si se trataba de ácido úrico o de oxalato cálcico. La piedra de marras dio un maravilloso espectro Raman con bandas a 910, 1475 y 1629 cm-1. Un perfil inconfundible: oxalato de calcio dihidratado (CaC2O4·2H2O), también conocido como wheddellita. La banda a 1475 cm-1 corresponde a la tensión simétrica del grupo C=O mientras que la banda a 1629 cm-1 se corresponde con la tensión antisimétrica del grupo C=O.
Así que aquella misma tarde llamé a mi amigo y le di el notición:
produces oxalato cálcico dihidratado, despídete de la leche, el queso, los yogures, la sal, la comida china y mexicana, el jugo de tomate, los alimentos regulares enlatados, ruibarbo, pasas de Corinto, ensalada de frutas enlatada, fresas y uvas Concord, remolachas, puerros, calabaza, batatas, espinaca y sopa de tomate,té y café instantáneo, sémola, tofu, nueces y chocolate.
Espero que ya no me tenga que dar más piedras de riñón en lo que sigue aunque con lo que le gusta el café y el chocolate intuyo que no va a ser así…
En cualquier caso, es maravilloso cómo los modos de vibración de las moléculas hablan instigados por un rayo de luz. Un fotón entre un millón vine y nos ilustra las piedras del riñón… o cualquier otra cosa. Si me toca la lotería pondré un espectrofotómetro Raman en mi salón.
Historia real.