Modernamente se producen muchas piedras preciosas artificiales (rubíes, zafiros, esmeraldas, amatistas, granates, diamantes, ópalos…) pero quizá el material más interesante en este ámbito es la circonia cúbica. Es tan atractiva como el diamante pero a un precio incomparablemente menor. Tiene alta densidad (un 60% más que el diamante) es duro (aunque algo menos que el diamante (8 – 8,5 en la escala de Mohs), sin fallas ópticas y generalmente incoloro, pero se puede colorear fácilmente.
Obtener circonia cúbica no era fácil hace unas décadas. El problema estribaba en que se tenían que aplicar unas temperaturas a las cuales los crisoles tradicionales se funden. Por eso, el Instituto Lebédev de Rusia desarrolló el crisol especial que se muestra en la siguiente imagen, el cual permite alcanzar temperaturas muy altas sin que haya contacto entre la materia fundida y los materiales que la contienen.

Más información sobre el funcionamiento de este tipo de crisoles en el