En el vídeo se puede ver la reacción de varios rorros al probar un helado (muchos de ellos, probablemente por primera vez). Es sorprendente el ansia con que quieren comer este alimento, glotonería semejante a la que manifiestan algunos animales, como los perros, ante comidas que les gustan mucho. ¿Cuáles son las razones de esta gula tan especial por los helados? Quizá las siguientes son algunas de ellas.
- Sabor dulce: Los críos nacen con una preferencia innata por los sabores dulces, ya que la leche materna es naturalmente dulce. El helado, al ser dulce, resulta especialmente atractivo para ellos.
- Textura suave y cremosa: La textura del helado es suave y fácil de ingerir, lo cual es ideal para los chiquilines que todavía están desarrollando su capacidad para masticar y tragar alimentos más sólidos.
- Sensación fría: El helado proporciona una sensación refrescante que puede ser placentera para los críos, especialmente si están en un ambiente cálido o si están experimentando molestias en las encías debido a la dentición.
- Asociación positiva: Los críos a menudo observan las reacciones de los adultos y otros niños cuando comen helado. Si ven que los demás disfrutan del helado, pueden desarrollar una asociación positiva y desear probarlo también.
- Novedad y curiosidad: Para los nenes, muchos alimentos y experiencias son nuevos y emocionantes. El helado, con su combinación de frío, dulce y cremoso, ofrece una experiencia sensorial única que despierta su curiosidad y les resulta agradable.
