Quizá la mejor prueba de que nuestro planeta está habitado por seres inteligentes sean las luces nocturnas. El patrón no es siempre igual. Cuando hay apagones, una ciudad o parte de ella se «borra», lo que no se le escaparía a un observador inteligente. Además, un análisis del patrón con el tiempo revelaría que la densidad luminosa va aumentando con los años. Hace un siglo la intensidad lumínica no se vería ni la cienmilésima parte de la actual. Y en los países en vías de desarrollo se tiene que notar el efecto muy claramente.
En la imagen de la NASA, la Península Ibérica y el Sur de Francia de noche. Se adivinan muy bien los centros urbanos de España y Portugal: Lisboa, Oporto, Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao, la Bahia de Cádiz, Ceuta, Algeciras…
Obsérvese qué bien queda definido todo el litoral peninsular entre el Algarve portugués (Cabo de San Vicente) y Gerona, siguiendo por la costa del Sur de Francia. También en la zona del Cantábrico… Curiosamente, el litoral del Cabo de San Vicente a Lisboa se ve menos poblado.
La línea del río Guadalquivir, conectando Sevilla con Córdoba y más allá, se ve perfectamente, lo que demuestra la importancia histórica de este río, a cuyas orillas han ido naciendo las poblaciones…
